Muchos amantes de los animales suelen dar de comer a las aves locales y disfrutar viéndolas como llegan a sus jardines, pero estamos seguros que no muchos reciben regalos a cambio.

La pequeña Gabi Mann, de Seattle en Estados Unidos ha recibido más de 60 regalos de una bandada de cuervos a los que alimenta todos los días.

La niña de 8 años de edad, se hizo amiga de una comunidad de cuervos por casualidad en 2011 cuando ella tenía tan sólo cuatro años de edad.

Como toda pequeña niña, a menudo dejaba caer trozos de su almuerzo y los cuervos que son muy inteligentes, se dieron cuenta de que era una buena fuente de alimento así que fueron atraídos a ella.

Luego, cuando ya tenía seis años, Gabi junto a su madre, Lisa, comenzaron a dar de comer a los cuervos como parte de su rutina diaria.

Todas las mañanas iban a llenar el cuenco para aves con agua fresca, dejaban cacahuetes a los lados y distribuían trozos de comida para perros en el césped.

Fue entonces cuando los cuervos comenzaron a traer sus regalos.

La madre, dijo a mirror: "En su mayor parte (los regalos) el denominador común es que son brillantes y lo suficientemente pequeños como para caber en sus picos pero aparte de eso no sabemos lo que algunas de estas cosas son."

Así se trataba de un tornillo oxidado o una vieja bisagra, la pequeña Gabi atesoraba cada uno de los regalos de sus amigos cuervos.

Ella meticulosamente cataloga todos los regalos y registra cuando y donde las aves se las dejaron.

Entre la colección de Gabi, hay claros favoritos, incluyendo un llavero.

Ella dijo: "Este es un llavero y me lo dieron a mí porque dice "mejor" y no sé si (ellos) tienen la parte que dice "amigo"."

Mientras que su segundo favorito es una pieza que dice Gabi, muestra el afecto de las aves que ella cuida.

"Este es un corazón de ellos, que me está mostrando cuánto me aman."

Ella es increíblemente protectora de su colección de artículos que incluyen perlas, piezas de lego y joyas.

Gabi dijo: "Usted puede mirarlas de cerca pero no tocarlas."

"Esta es una roca brillante de los siete mares. Se parece a una pluma porque es brillante y es negra."

Gabi sabe que los regalos son para ella cuando las aves se los dejan en los comederos o al lado de los cuencos de agua.

La niña, dijo de su increíble colección: "Esto debe ser puesto en un museo".

La encantadora historia de Gabi fue descubierta por la periodista Katy Sewall, como parte de su podcast de The BitterSweet Life.

Estaba fascinada por la estrecha relación de Gabi con las aves.

Pero no es sólo a través de la variedad de regalos que los cuervos han mostrado su cercanía a Gabi y su mamá.

Incluso ayudaron a Lisa cuando ella perdió la tapa de la lente de su cámara.

"Yo estaba sacando fotos de un águila calva, cuando se me cayó una tapa de la lente cuando estaba cambiando las cámaras."

Cuando volvió a recuperarla vio que había sido puesta en el lado del espacio de las aves.

Lisa pensó que podría haber sido un cuervo por el registro de la BirdCam de la familia.

Increíblemente, los cuervos no sólo habían recuperado la tapa de la lente, también cuidadosamente la habían lavado en la pileta para aves antes de colocarlo cerca para que Lisa lo pueda encontrar.

Ella dijo: "Estoy seguro de que fue intencional, nos observan todo el tiempo."

La historia de Lisa y su pequeña Gabi, nos dan un ejemplo esperanzador para toda la humanidad, porque un niño que ama y respeta la vida de los animales en el futuro será un adulto que salve al mundo de la violencia, la extinción y el desamor. Comparte su historia!

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