Un arsenal de cerca de 30 toneladas de marfil confiscado se están incinerando en Hong Kong como parte de reprimir el comercio ilegal de vida silvestre devastando la población de elefantes de África.

Hong Kong.- La enorme cantidad de marfil está siendo cortado en pedazos antes de ser destruido por las autoridades en un claro mensaje de que están dispuestos a ser duros con los involucrados en la industria del cruel contrabando de marfil.

Una tonelada métrica de colmillos de elefante, figuras de marfil tallado y pulseras fueron quemados en un horno rotatorio en el primer lote.

Pero la destrucción total de las reservas, que es la de mayor cantidad del mundo, se espera que tome hasta mediados de 2015.

La ceniza fina de color gris oscuro a la izquierda después de la incineración será mezclado con el cemento y la cal y abandonado en un vertedero.

Alrededor de 1,6 toneladas de marfil se mantendrán para los propósitos educativos o científicos.

El marfil puede costar hasta 2.400 dólares el kilo en China, según el Fondo Internacional para el Bienestar Animal.

La misma organización estima que los cazadores furtivos matan alrededor de 35.000 elefantes al año por sus colmillos, con el riesgo de extinción para estos animales en la naturaleza.

La destrucción imita iniciativas similares en el pasado año por Bélgica, Francia, China, los EE.UU. y Filipinas.

Pantallas que muestran el proceso de incineración del marfil confiscado en una sala de control en un centro de tratamiento de residuos químicos

Las existencias de Hong Kong ha ahondado en el trabajo de agentes de aduanas que han interceptado una serie de grandes cargamentos de marfil de contrabando en los últimos años.

Este hecho viene justo días después que 33 elefantes fueron salvajemente asesinados en un remoto parque en el Congo según informo Daily Mail.

Diez personas murieron en el Parque Nacional de Garamba, de acuerdo a African Parks, un grupo de conservación que administra el parque junto con las autoridades congoleñas.

Los guardabosques del parque mataron a tres cazadores furtivos en un tiroteo el fin de semana en Garamba, en la esquina noreste del Congo, cerca de Sudán del Sur.

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