Australia anunció que exterminará la presencia de los gatos en su territorio, debido a que con su reproducción y vida sin hogar están reduciendo de forma peligrosa la diversidad animal del país.

El objetivo es exterminar en los próximos cinco años a dos millones de gatos domésticos (felis catus) que viven de forma salvaje por no tener hogar y que en algunos casos llegan a tener un gran tamaño, anunció el ministro de Medio Ambiente, Greg Hunt. Según las estimaciones, en el país viven unos 30 millones de estos felinos, que fueron traídos al continente en el siglo XVII por los conquistadores.

Las autoridades indicaron que los gatos son responsables de la extinción de 27 especies de mamíferos, y que otras 120 especies están amenazadas. En ningún momento habla menos admite la real responsabilidad del gobierno por falta de un real control de la sobrepoblación felina en todos estos años.

Cinco islas y diez zonas en tierra firme serán declaradas libres de gatos para que sirvan de protección a los animales autóctonos.

En un genocidio aberrante y sin sentido, las autoridades han colocado cebos y trampas, señaló el responsable de especies amenazadas, Gregory Andrews, quien pidió también a los dueños de felinos que los castren y no los dejen salir. "No es que no nos gusten los gatos. Solamente que no queremos permitir el daño que hacen a nuestro mundo animal", dijo.

Sin embargo, otro experto, Euan Ritchie, del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Deakin, señaló que los venenos y trampas no son efectivos. Es mejor utilizar enemigos naturales de los gatos, como los dingos (una especie de lobo) o los demonios de tasmania, recomendó.

El veneno 1080

El Departamento de Australia Occidental de Parques y Vida Silvestre pasó la última década un veneno que sea atractivo para los paladares felinos.

El veneno se llama Eradicat, y es una combinación de carne picada canguro, grasa de pollo, y un veneno mortal llamado 1080 (también conocido como fluoroacetato sodio), que ha demostrado su eficacia en otros intentos de eliminar las especies invasoras como las ratas y ratones.

Como hay gatos que prefieren su presa viva, emplearan además del veneno, otras técnicas como el tiro, captura, y hasta la esgrima.

La organización australiana de la La Liga Mundial para la Protección Animal llama a esta medida "cruel e indiscriminada" y dice que puede dañar los ecosistemas en los que se aplica.

Problemas como estos se han desencadenado con el paso de las décadas por una simple razón, la negación de las autoridades para un debido control de la fauna urbana de perros o gatos mediante la esterilización/castración antes de que sean salvajes.

Son diferentes islas donde se exterminará a los felinos y el costo por usar inmensas cantidades de veneno será muy costoso, hubiera sido mucho más fácil esterilizar masivamente y a través del tiempo la población de gatos ya hubiera sido plenamente controlada.

Y si usted se pregunta ¿Por qué no esterilizan masivamente? Le podremos responder que tiene muy bajo costo pero el gran problema de siempre es el ser inhumano, que simplemente no quiere abaratar su mano de otra en favor de la vida animal. ¿Por qué no se utiliza al dingo? Los dingos podrían ser parte de una visión ecológica de cómo podemos reducir el impacto de los gatos. Lamentablemente no se ha tomado más opciones que la de exterminar de la forma más fácil (y costosa) e indiscriminada. Así de simple y cruel.

Con información de: DPA

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