Una joven llamada Taylor estaba de vacaciones en Bali, Indonesia, cuando vio un pequeño bulto de piel a un lado de la carretera. Rápidamente detuvo su scooter para investigar, descubriendo un pequeño perro que parecía estar sin hogar y hambriento. "Vino directamente a mí y la recogí. No tenía pensado llevármela a casa de ninguna manera", dijo Taylor.
A pesar de que estaba previsto que volviera a su casa en Golden, Colorado, sólo cinco días después, Taylor no podía dejar atrás al indefenso animal. Recogió a la perrita y la llevó a su bungalow en una mochila. Después de alimentarla, ambas rápidamente comenzaron a formar un vínculo especial.
Taylor mantuvo a la pequeña con ella durante unos días, con la plena intención de encontrarle un hogar permanente una vez que llegara el momento de volver a su casa a los Estados Unidos. Sin embargo, a las pocas horas de su primer encuentro, la perrita se enfermó, mostrando síntomas neurológicos que la dejaron indefensa. Un veterinario local confirmó que tenía anemia severa y algún tipo de enfermedad causada por garrapatas. El veterinario dijo que sobreviviría si recibía los cuidados adecuados, pero que su recuperación llevaría meses.
Taylor decidió en ese momento dar un vuelco a su vida para ayudar a esta desamparada, a la que llamó Stevie Ticks. Hizo arreglos para que un morador local cuidara a Stevie durante unas semanas mientras ella volaba a casa para hacer los arreglos de un viaje mucho más largo a Indonesia de lo que había planeado originalmente. "Me hizo darme cuenta de cuánto la amo y no quería renunciar a ella", dijo Taylor al ver lo debilitada que estaba por la enfermedad.
Una vez que Taylor regresó a Bali, ¡la recuperación comenzó de verdad para ambas! Terminó quedándose en el país por 3 meses más hasta que Stevie estuvo lo suficientemente sana para hacer el viaje a los EE.UU.
Incluso el acto de llevar a Stevie a casa tomó tiempo, esfuerzo y recursos que parecían insuperables al principio. Los perros no pueden entrar o salir de Bali, por lo que Taylor tuvo que organizar una compañía separada para transportar a la pequeña de Bali a Yakarta. Taylor pudo entonces tener un alegre reencuentro con la cachorra antes de hacer la última etapa de su viaje a Colorado.
Desde que la pareja llegó a casa, Stevie ha estado viviendo su mejor vida. Se ha recuperado completamente de su enfermedad y le encanta pasar el día al lado de Taylor y hacer largas caminatas. ¡Cada vez que Taylor vuelve a casa se cubre de besos de su (ahora) perrihija! Esta perrita sin hogar ahora no podría estar más feliz gracias a un verdadero ser humano que tuvo misericordia por ella.
Por cierto, ahora esta pequeña es una influencer y tiene su propia cuenta de Instagram donde miles de personas ven las publicaciones de su nueva vida.
Comparte esta hermosa historia y ayuda a generar conciencia para que más perritos y gatos sin hogar puedan encontrar el verdadero amor de una familia humana como lo hizo Stevie Ticks.
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