Así es que los colegios veterinarios castigan a los profesionales que priorizan la vida… conoce la historia, comparte y da a conocer la injusticia para luchar contra ella.

Una doctora de medicina veterinaria, fue protagonista de una poco feliz polémica, cuando optó por tratar médicamente un perro que presentaba Leishmaniasis visceral con la medicina al alcance de los profesionales, para la que estudiaron y por la que juraron ejercer priorizando la vida siempre que se tengan los medios a disposición.

La norma, asesina como varias otras normas similares en otros países, determina que los animales que presenten una infección de éste tipo, deben ser sacrificados, pero la veterinaria Ana Karinne Paiva decidió priorizar la vida y tratar médicamente (con la medicación disponible para ello) el perrito que había sido infectado con esa afección.

El Colegio Veterinario, para variar, se llevó las manos a la cara cuando un veterinario en vez de salir matando como primera opción, decidió hacer honor a su título universitario y aplicar su conocimiento en SALVAR y no solo inyectar y descartar un cuerpo. La acusaron, la denunciaron y la juzgaron ayer mismo, condenándola por su actitud.

El pequeño que fue atendido por ella fue un perro de raza Chow-Chow de la ciudad de Beberibe, por el cual su dueña pidió llorando que no lo mataran y que si había algo que pudiera hacerse se hiciera.

El Colegio aprovechó la oportunidad para condenar a una colega de profesión de Ana, la Dra. Fátima Ferreira que se había rehusado a sacrificar un Rottweiler en 2014 por la misma situación.

El Concejo Regional de Medicina Veterinaria del Estado de Ceará (CRMV-CE) suspendió entonces por 60 días el ejercicio de la profesión de ambas doctoras.

Luego de la infame decisión, la Dra. Ana, con el apoyo de abogados y activistas por los derechos de los animales, hizo un desahogo público filmado y haciéndolo público a través de la Asociación Viva Bicho.

“Estoy sintiéndome bajo una gran injusticia, porque tengo mi conciencia tranquila de que no hice nada malo y que solo procuro hacer el bien a todo el mundo, ayudar a todo el mundo, a los más necesitados, animales carentes. Yo necesito mi trabajo, es lo que hago en mi vida, lo que más me gusta, mi trabajo siempre está por encima de todo” dijo la doctora emocionada.

MIRA AQUÍ EL VÍDEO CON LA DECLARACIÓN DE ANNA

Hace 6 años que Ana Karinne actúa en el área de medicina veterinaria de la región. Es conocida en Fortaleza por hacer castraciones a precios populares y actuar junto a ONGs y grupos de defensa de los animales.

Es entendible que el Colegio Veterinario se fuera con todo lo que tenía, actuando de forma revanchista sobre ambas doctoras, porque en ningún país a éstos organismos les gusta perder el negocio, porque aunque no lo creas, que existan animales abandonados es un negocio para todos éstos grupos de colegiados.

Ya tuvimos hace un par de meses atrás, también en Brasil el caso del Dr. que había sido denunciado por ofrecer consultas gratis 1 día a la semana en su propio consultorio, que sufrió persecución como si se tratara de un delincuente por parte del Colegio Veterinario y hasta tuvo su título en riesgo por causa de eso, porque sus colegas alegaron que les hacía “competencia desleal” cuando las personas que él atendía gratuitamente ni siquiera podrían ser clientes de otra veterinaria, por falta de recursos.

¿Por qué decimos que los animales abandonados son un negocio para estos colegios?. Un animal de la calle, cuando rescatado, consume muchos más recursos que un animal casero. Un animal de la calle probablemente necesite pasar por cirugías, tratamientos intensivos, vitaminas, etc. para devolverle la salud perdida con tanto maltrato estando abandonado. Eso son miles y miles de dólares por cada perro, mientras que un animal casero con un par de vacunas, desparasitante interno y externo y algunos cortes de uñas ya queda listo.

Si consideramos lo que es más lucrativo, nunca se igualaría la ganancia de un veterinario atendiendo un perro casero, con atender un animal rescatado de las calles en las peores condiciones, por lo que… lamentablemente es un negocio que los animales abandonados existan, porque también siempre existirán personas de buen corazón que los rescatan y sacan de donde pueden el dinero para curarlos.

De la misma forma las castraciones a precios populares e inclusive gratuitos molestan mucho a éstos colegios. Hay una reticencia generalizada de los colegios veterinarias a instaurar regímenes de obligatoriedad y gratuidad de las castraciones, porque también allí, hay otro negocio que se acabaría.

Una castración por sistema público, normalmente cuesta menos del 10% de lo que cuesta en una consulta privada y las personas preferirían castrar en el lugar más económico por lógica, pero ante la falta de "turnos" donde castrar público, o las largas esperas por mala implementación de los programas de castración estatales, los veterinarios acaban recibiendo los contingentes de animales para castrar en sus clínicas, a precio de clínica, generándoles ganancias que si lo público funcionara como debería, no existirían. Por eso conviene que el sistema de castraciones público nunca funcione bien.

Si no hubiera animales que necesitan grandes tratamientos para recuperarlos del abandono, y si todos los animales fueran castrados y se evitaran nacimientos innecesarios que generaran más abandono, hay un negocio que se termina y así, se explica el porqué un gremio que debería ver por el bienestar de los animales y premiar a los profesionales que priorizan la vida, están todo el tiempo de frente a cualquier iniciativa ética y efectiva de control de poblaciones urbanas de perros y gatos.

Quizás no les ha sido suficiente saber y conocer el caso de una veterinaria que llegó a suicidarse por no tolerar haber sido obligada a matar cientos de animales “por su trabajo” y “por la norma” meses atrás… parecería ser que solo el dinero importa para esos conglomerados que rigen a los profesionales veterinarios… y que el único interés es castigar y perseguir a los que verdaderamente honran esa profesión.

Ayudemos divulgando la noticia y que todos sepan como operan éstos grupos de poder a los que poco le importan los animales y lo único que buscan es entorpecer la acción solidaria de miles de profesionales que aún no han sido tomados por el virus del lucro y que practican la veterinaria honrando sus juramentos.

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