El caso de Harambe, el Gorila ASESINADO el fin de semana pasado en el Zoológico de los Estados Unidos, ha causado una conmoción social de pros y contra la actitud de los encargados del lugar.

El inocente animal, que ya pagaba condena recluido allí, sin haber cometido ningún crimen, fue acribillado a balazos luego de que un niño de 4 años cayó en su recinto, cuando sus padres no estaban prestando la debida atención en dónde estaba su hijo en ese momento.

La dirección del Zoológico se defiende alegando que entendió que el niño estaba en peligro de vida y que es “protocolo” del lugar, proceder a la muerte del animal. Excusan que no se utilizaron dardos tranquilizantes porque demorarían en hacer efecto y el resultado (como siempre) es que el animal es quien acaba pagando los platos rotos, con su propia vida.

El imponente Harambe, de 17 años y 180 kilogramos, acabó siendo muerto a balazos, lo cual desató la ira internacional de activistas por los derechos de los animales.

Expertos en vida salvaje, se han manifestado al respecto de la terrible y equivocada decisión tomada por las autoridades del zoológico, alegando que fue totalmente innecesario matar un animal que aun por encima es de los que se encuentra a punto de entrar en la lista de los que están en peligro de extinción

Revisando las declaraciones del zoológico, con base en el protocolo de actuación de los zoológicos, nos deparamos con un caso sucedido en el Zoológico de Nueva Jersey, en el año 1986 y otro en el Zoológico de Chicago en 1996. Ambos caso muy similares, solo que en aquel entonces, el final fue muy diferente y bastante más FELIZ.

EN 1986 TAMBIÉN UN NIÑO CAYÓ A UN RECINTO, PERO LAS AUTORIDADES EVITARON ASESINAR

Levan Merrit, un niño de 5 años de edad, cayó desde una altura de 6 metros en el recinto de los gorilas y quedó inconsciente por el golpe. Fue entonces que el gorila Jambo, de 2 metros de altura y un peso similar al de Harambe, se dio cuenta que aquel “mono rosado sin pelo” estaba necesitando ayuda y se acercó lentamente. Tocó la espalda del niño y enseguida se sentó a su lado, protegiéndolo de los otros primates que compartían el recinto con él.

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Al despertar de estar inconsciente, el niño que tenía una fractura de cráneo y el brazo fracturado, comenzó a llorar de dolor, asustando los animales, que se recogieron cerca de una casa alejada, donde los encargados cerraron la puerta para dejarlos dentro y poder rescatar al niño. Pero uno de ellos, dejó el grupo y corrió buscando acercarse al niño y lo intentó varias veces, pero sin agredir a los hombres que se habían introducido en la jaula para salvar al niño herido.

Con tranquilidad los cuidadores y un médico, pudieron rescatar al niño que estuvo 6 semanas internado, pero no por algo que los animales le provocaran, sino por la caída de 6 metros y sus fracturas. No fue necesario disparar, ni balas, ni darlos porque las personas ACTUARON CON CALMA Y CRITERIO.

Y NO FUE EL ÚNICO CASO DONDE NO FUE NECESARIO MATAR, EN 1996 OTRO CASO DONDE PRIMÓ EL SENTIDO COMÚN

Otro caso impresionante (y también con un final feliz) sucedió en Chicago en 1996. Una mona hembra llamada Binti Jua tomó en sus brazos a un pequeño niño que cayó en su recinto y lo dejó delicadamente en la puerta de acceso, por donde cada día los cuidadores entraban para darle alimento.

Binti Jua se convirtió en heroína nacional y horas de informativos, programas especiales y entrevistas fueron concedidos al caso para elevar el concepto que se tenía sobre los animales.

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Pero parece que las personas encargadas del zoológico donde ASESINARON a Harambe nunca estudiaron éstos dos casos, ni les ha importado, porque mantienen y defienden su posición especista de hablar de protocolos, que ante el riesgo del humano, el que paga con la vida es el animal y sinceramente no hay necesidad de esto! Lo que han querido es evitar una demanda millonaria si el niño era dañado por Harambe y hasta acabar en prisión si eso sucedía, entonces tomaron el camino más corto que los libraría de ambos problemas, MATAR AL GORILA HARAMBE.

Un animal no es un monstruo destructivo, eso se lo dejamos pura y exclusivamente al humano, que juzga el daño que un animal puede provocar en otros, juzgando por la misma vara con la que mide sus propias reacciones.

Una petición, firmada por casi medio millón de personas por éstas horas, busca castigar a los irresponsables padres de éste niño, porque perderlo de vista al punto de que la criatura tenga tiempo de atravesar vallas de seguridad, que nadie lo vea, que nadie lo detenga y aún caer, indica que ambos, estaban haciendo otra cosa, pero no encargándose de la seguridad de su propio hijo.

Y su negligencia en el cuidado de su hijo, acabó causando la muerte IRREPARABLE de un animal que las personas que aún pagan tickets para entrar en los zoológicos y seguir financiando su tortura, no entienden que valen igual que un humano.

Hay una estatua de Harambe en el parque, hecha previamente y ha sido el punto de encuentro de activistas para hacer su memorial, con flores y mensajes dejados en repudio de tanta falta de respeto con la vida.

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