Cuando un ser ya se ha resignado a una realidad, se vuelve apático e indiferente, pero el amor lograría que Mufasa le viera el lado bueno a la vida!

Instalada en los Ángeles, la ONG Hope for Paws, además de ser una de las organizaciones que respetamos mucho, nos tiene acostumbrados a rescates verdaderamente conmovedores.

Ellos jamás niegan su ayuda, jamás se amedrentan a pesar que las cosas sean difíciles, siempre lo intentan y siempre lo logran! Y uno de esos conmovedores rescates fue el de un pequeño abuelo que sería bautizado Mufasa.

A partir de una llamada, los voluntarios se dirigieron al lugar indicado (una planta de tratamiento de aguas servidas) y encontraron un perrito anciano, abandonado, en terribles condiciones higiénicas y de salud, recostado en una de las vías internas del lugar, muy próximo a las piletas con productos químicos, apático y sin querer mucho “diálogo” con nadie que se le aproximara.

Con bastante miedo, el pequeño observaba los rescatistas a distancia prudencial, quien sabe cuántos humanos le habían hecho daño y él no sabría si ellos también lo harían o no…

Pero, Hope For Paws tiene sus infalibles “cheeseburger” que le han dado la posibilidad de vivir a cientos de animales desde que la organización trabaja hace ya muchos años. Con la golosina en su mano, fue más fácil convencer al “abuelo desconfiado” de que todo estaría bien. Pero, la verdad es que al principio costó bastante, ni siquiera el hambre que Mufasa tenía lo hizo ceder rápidamente…

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Él, quizás ya había asumido que aquella sería su vida y que no habría otro lugar donde poder estar mejor que allí, pero obviamente el no sabía que otra vida era posible. Fue atrapado mientras estaba distraído y luego de luchar un momento, se rindió y aceptó que quizás de aquellas personas, algo bueno vendría…

Le fue dado un baño, para quitarle el olor a agua servida impresionante que tenía, se le detectaron problemas en la piel (por la humedad) y además, los veterinarios le encontraron una infección en su oído, que por suerte, comenzaron a tratar a tiempo antes de que perdiera la audición.

Ahora luego de ser estabilizado y puesto en condiciones, está albergado en un refugio especializado en perritos ancianos, a cargo de la pareja que aparece en la foto aquí arriba, a la espera del milagro de una adopción consciente del corazón.

Solo basta ver su cara antes y después del rescate, que no precisamos decir mucho más, solo que pedirte que compartas ésta hermosa historia de una vida triste que ya no lo está más! La de Mufasa!

Adoptar es salvar vidas. Adoptar un abuelo es darle la posibilidad que muy pocos le darán de tener un hogar, que quizás, jamás tuvieron en AÑOS.

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