Antes del pasado Jueves, Bettina ni siquiera había recibido una multa de tráfico por exceso de velocidad, por lo que ir a la cárcel no era algo que estuviera en su horizonte…
Pero es donde se dirigió la noche del pasado Jueves 26 de Mayo… la cárcel del condado de Accomack, para servir la condena que el juez le impuso por salvar un inocente perro de morir congelado. Si recuerdas el caso, dimos en su momento la noticia aquí en Seamos Mas Animales en Febrero de éste año (podrás verla AQUÍ), Donde Bettina Cuce Rodriguez enfrentaba 10 años de prisión por los cargos presentados en su contra.
El incidente ocurrió en Enero de 2016, el perro en cuestión, según informan testigos, es un perro que se queda fuera bajo cualquier tipo de clima, sin un resguardo adecuado más que un transportin de plástico con algún trapo sucio dentro, y a veces ha pasado varios días seguidos sin tener ni agua ni comida.
Cuando la información llegó a ellas sobre el perro dejado en el inclemente clima, no pudieron pasarlo por alto y solo pensaron en actuar y ya. Ella y dos amigos decidieron actuar por el perro, ir al lugar y rescatarlo. El grupo se componía por Bettina Rodríguez, Gordon Shell, y Charlene Boyajian.
Fue un vecino (del maltratador del animal) que los delató, quien probablemente habría visto más de una vez ese animal padeciendo inclemencias sin siquiera un refugio para meterse dentro, pero en vez de llamar al 911 para denunciar maltrato animal, decidió llamar al 911 para denunciar los rescatistas...
Fue entonces que los cargos por invasión de domicilio y hurto fueron presentados y estas tres buenas personas se enfrentaban nada más ni nada menos que a 10 AÑOS DE PRISIÓN.
Fue organizada una petición en línea que recabó más de 13 mil firmas en apoyo al grupo de rescatistas, la cual fue presentada durante los alegatos de defensa y podemos decir que, en éste caso, ayudó muchísimo.
El juez Revell Lewis III en audiencia el pasado Jueves, luego de que Bettina tuviera que declararse culpable del cargo de un delito menor de apropiación del perro “propiedad” de la maltratadora que lo tenía en esas infames condiciones, y luego de oír los alegatos de la acusación y la defensa, emitió la sentencia.
EN EL VÍDEO A CONTINUACIÓN VERÁS A BETTINA APENAS SALIENDO DE LA CORTE
Recordamos que Bettina intervino para salvar de la congelación al pequeño Pitbull que se encontraba atado fuera, cerca de un inmundo remolque, con apenas un transportín roto y algunos trapos sucios donde guarecerse, un día que la temperatura llegaba a grados negativos… y que no había sido la primera vez que ella había denunciado justamente en Control Animal el maltrato que el animal venía sufriendo, ante la inacción de ésta agencia, ella decidió preservar la vida y desde Enero hasta ahora, ha dormido cada noche pensando que podría pasar 10 años presa, solamente por valorizar la vida, cosa que ni servicios animales y aparentemente el juez no tomó en cuenta demasiado.
AQUÍ PODRÁS ESCUCHAR A GORDON SHELL (TAMBIÉN ACUSADO) SALIENDO DE LA CORTE Y EXPLICANDO EL CASO
La condena fue bastante menor a lo esperado, muchísimo menor, apenas 5 días en la cárcel y servir 50 horas de servicio comunitario además del pago de una multa valor 1,000 dólares.
Rodríguez y su abogado, Richard Doummer se vieron sorprendidos por la sentencia de cárcel, desde que la defensa había solicitado al juez que observara la buena conducta y falta de antecedentes de su cliente, además de los largos años de servicio a la comunidad que Bettina tiene, rescatando animales y ayudando personas a encontrar sus animales perdidos, a la hora de emitir su fallo. “Fue una sorpresa total” dijo Rodríguez una vez salió de la corte
Su amigo, Gordon Shell de Detroit, también fue juzgado el mismo día y a él también se le impusieron los 5 días de cárcel y la multa de 1,000 dólares. En el caso de la tercera persona que participó en el rescate, Charlene Boyajian, no ha ido a Juicio aún.
Rodríguez se explicó delante del juez diciendo que temía que el perro muriera aquel día debido a las temperaturas extremadamente bajas, que era evidente que si ella no actuaba en aquel momento, el animal moriría. Además agregó que ella y varias otras personas habían llamado innumerables veces en días anteriores a la oficina de Control Animal del Condado, haciendo la denuncia sobre la terrible situación del pequeño, y que habían intentado hacer a la propietaria entrar en razones de que no podía tener el animal en aquellas condiciones, pero que todo eso fracasó y servicios animales jamás se presentó en toda una semana.
Pero el Juez, negando la actitud altruista que preservó la vida de un ser con pleno derecho a las garantías sobre ella, dijo que “usted tomó la ley en sus propias manos y actuó como si estuviera por encima de la ley cuando decidió arrebatar ese animal y dárselo a otra persona”
El grupo vio complicarse su caso cuando tuvieron que huir del lugar a toda velocidad cuando se enfrentaron a un vecino, dueño del perro que intentó detenerlos y además por haberle entregado el animal a otras personas para que cuidaran de él, lo cual fue visto por el juez como “intento de esconder las pruebas. Además los acusó de perjurio por haberle mentido a la Policía cuando interceptaron la camioneta donde iban los tres, ya sin el perro porque lo habían entregado a quien lo cuidaría”
Rodríguez respondió “Mis intenciones eran preservar la vida de un animal que a nadie pareció importarle, ni siquiera a quien tiene la obligación en su trabajo de hacerlo que es Control Animal”. El juez replicó que “sus motivos no son excusa, ni legalmente justifican una actividad criminal” diciendo además que los acusados deberían ser castigados por lo que hicieron y además como persuasión para que otros no intenten hacer lo mismo"
Ante la postura del juez, Rodríguez y Shell debieron disculparse en la corte por sus acciones. Ambos dijeron que no lo harían nuevamente y que lo que más remordimientos les habían causado de todo éste caso, era el haber tenido que mentirle a la Policía. “Fue el miedo, el pánico y la desesperación de salvarle la vida a ese inocente sacándolo de allí. Estaba muy asustada, nunca me había metido en problemas antes” dijo Rodríguez a la corte.
El juicio que finalizó el pasado jueves, se había iniciado en Febrero, pero se detuvo cuando el dueño del perro, huyó del juzgado antes de que pudiera testificar. Eso quizás fue lo único inteligente que esa despreciable persona hizo, porque también habría pena para él, por crueldad animal, ya que Rodríguez tenía muchos testigos del maltrato que le propinaba, además de fotos y grabaciones.
A pesar que el dueño no se apareció nunca más en aquella corte y por lo que se dice, hasta dejó el Estado, el juez aceptó el pedido de la fiscalía de seguir adelante con el juicio. El Fiscal Gary Agar, en vista de la huida del “acusador” ofreció recientemente la reducción de los cargos a un delito menor en contra de Rodríguez y Shell, a cambio de su declaración de culpabilidad.
Los 5 días en la cárcel podrán parecernos una nada, pero en Estados Unidos, haber pasado por la cárcel, aunque apenas por 5 días, realmente es una carga para toda la vida, que mancha la “hoja” y que impide muchas veces de acceder a buenos trabajos, aunque la persona sea una eminencia.
La parte positiva de todo esto, además de que Bettina no recibiera la injusta condena de 10 años de cárcel por salvar una vida en peligro, es que ella, a pesar de todo el miedo de ir a la cárcel, jamás reveló el paradero del pequeño perro, pero garantiza que ahora el está feliz como siempre debió vivir, en un hogar que lo cuida y lo protege.
Ella dice "saber que él ahora está bien, hace que todos éstos meses de terror que he pasado, valieran la pena"
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