Cody fue rescatado de las calles de León, España del abandono y la soledad cuando corría Febrero de 2015 y su espíritu va mucho más allá de ser un simple gatito

“Desde el primer momento que él arribó al santuario, el comenzó a hacer su “prrr” y nunca más se detuvo” dice María Casquero Rodríguez, una voluntaria del Santuario Animal Leon Vegano. Casquero contó la hermosa historia de Cody

Pronto se hizo muy evidente para los voluntarios del Santuario que Cody, de tan solo 6 meses de edad cuando fue rescatado, también estaba muy enfermo… Como resultado debió ser hospitalizado hasta que los veterinarios pudieran determinar qué es lo que el pequeño tenía que lo hacía tan débil.

Finalmente fue diagnosticado. Tenía herpes virus felino y el hígado desviado, un trastorno que impide que el hígado de Cody desintoxique adecuadamente su sangre, lo que hace que las toxinas se acumulen en su sistema.

“Cada minuto nos demostraba que quería vivir, nadie se aferraba a la vida como él lo hacía” dicen desde el Santuario.

Gracias a los tratamientos para controlar sus enfermedades, Cody comenzó a recuperarse. Pero meses más tarde, empezó a sufrir de varias otras amenazas para su salud, cada nueva situación, lo orillaba nuevamente a la muerte.

Pero hoy día, Cody vive y continúa luchando contra todo lo que se le pone delante en su salud. Es una batalla que Cody luchará por el resto de su vida.

Sin embargo, con la cantidad adecuada de amor y cuidado cariñoso, Cody también ha pasado de ser un gatito que tenía prácticamente miedo de todo, a ser un gato con confianza y menos ansioso.

“A pesar de todo lo que ha sufrido, Cody es un gato muy cariñoso que se lleva bien con todos los animales del santuario” dice Casquero

“El también se preocupa por los animales enfermos y los recién rescatados, dándoles mucho cariño” agrega

Uno de los más recientes “pacientes” a cargo de Cody, fue un cordero bebé enfermito que se llama Pituso

El instintivamente sabía que Pituso necesitaba un amigo y fue visto a menudo rondándolo, abrazándolo cerca de Pituso para darle comodidad y compañía que tanto necesitaba.

El pasado febrero, cuando Sandorley, un pollo que vive en el santuario, regresó de una cirugía para reparar un hueso roto, Cody fue inmediatamente a su lado para proporcionarle apoyo en su recuperación.

Luego estaba el bebé Iker, una cabra joven que había sido objeto de abusos y llegó al santuario el año pasado con una pierna rota. Tan pronto como Cody se reunió con él, los dos fueron inseparables y el pasatiempo favorito de Cody era llenar de besos a Iker.

Cody amaba tanto a Iker, que renunció a dormir en su propia cama por un tiempo solo para asegurarse de que podría permanecer a su lado durante el tiempo que necesitara.

Cuando Cody no está ocupándose de un animal en necesidad, por lo general puede encontrárselo jugando con los pollos, o estando despierto toda la noche junto a una ventana vigilando los animales nocturnos del santuario.

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Cody también ha aprendido que cada visita al veterinario, es una buena cosa, ya que cada vez que él va, vuelve sintiéndose mejor por los cuidados que recibe. También, nunca le alcanza su alimento favorito, el pan… “Es una obsesión para él” dice Casquero

Cody, hace poco debió visitar el veterinario para resolver un problema de niveles altos de amoníaco en su sangre, pero como siempre, Cody maneja su batalla con gracia y alegría a cada regreso al santuario. Después de todo, el tiene un trabajo muy importante que atender, el de enfermero animal en jefe!

“Cody solo ama el amor. Amar a todos y ser amado por todos” finaliza Casquero

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