Tocando fondo: Niño de 11 años mata de un tiro a niña de ocho por un cachorro


En un crimen aberrante, un niño de 11 años mató de un tiro a una niña que no quiso dejar que vea a su cachorro en Estados Unidos.

Según la madre de la víctima, Latasha Dyer, el niño había manifestado su hostilidad en contra de la pequeña McKayla desde que se mudaron a White Pine, Tennessee.

"Se burlaba de ella, le decía apodos, era malo con ella", contó. Luego dejo de acosarla acoso por un tiempo "y luego, de golpe, ayer le disparó". dijo a los medios locales.


Latasha aseguró que el crimen se produjo cuando su hija estaba jugando afuera con un pequeño cachorro y fue en ese instante que apreció el niño pidiendo que lo dejara ver al cachorro. La pequeña McKayla respondió "no" y luego recibió un disparo en el pecho que acabo con su vida.


"Quiero tenerla otra vez en mis brazos, esto no es justo, abrecen y besen a sus bebés todas las noches porque nunca tendrás la promesa de que al día siguiente los tendrás contigo", dijo. "Espero que el niño haya aprendido su lección porque se llevó la vida de mi bebé y no podré tenerla de vuelta".


Describió a su hija como "una pequeña preciosa" que "siempre me hacía sonreír".

El alguacil del condado de Jefferson, G.W. "Bud" McCoig, dijo que el niño fue acusado de asesinato en primer grado y está en un centro de detención juvenil.

"Nuestras plegarias están con las familias involucradas en este trágico incidente", dijo McCoig en una conferencia de prensa.


El niño estaba dentro de su casa cuando disparó a la pequeña con la pistola calibre 12 de su padre hacia las 19:30 del sábado, dijo McCoig.




Lamentablemente seguimos viendo en las noticias los constantes crímenes que tienen como autores a menores de edad no sólo en los Estados Unidos, también en muchos otros países de latino américa. Las alertas y los casos de violencia no cesan y ya han llegado a niveles realmente alarmantes y todos nos preguntamos consternados ¿Qué esta pasando? ¿Por qué? Para encontrar las respuestas tenemos que ir hasta el núcleo de la sociedad, la familia. 



Cada niño o adolescente que ha perpetrado un delito menor y hasta un crimen aberrante como este, ha sido víctima o inducido alguna vez a un hecho de violencia (como la caza y el manejo de armas) en la mayoría de casos por sus padres, luego por algún otro familiar o amigos. A esto se le agrega una gran cuota de ausencia, indiferencia y falta de atención y comunicación con su familia. Para ser más claros, los grandes responsables de que los adolescentes criminales hayan cobrado la vida de muchos inocentes fueron sus propios padres. Obviamente a esto, se agrega la educación en las escuelas y otros factores sociales.


El pequeño cachorro ha quedado a cargo de un vecino que dice verlo muy triste porque su amada amiga humana no regresará (foto: Mona Nair)
Como padres, nunca nos rehusemos a la necesidad de nuestros hijos empezando por la atención que le podemos prestar. No dejemos que un televisor o un video juego sea el encargado de criarlo. Ser amigo de su hijo significa comunicarse y compartir pero nunca dejar que haga lo que quiera y apoyar sus errores. Un niño no es mejor ni más valiente por usar un arma y matar un animal o creer en la violencia como sinónimo de poder y fuerza para solucionar sus problemas. Como sociedad, todos tenemos una cuota de responsabilidad y de trabajo para lograr un cambio. Reflexionemos


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