Una pequeña perrita se perdió cuando salió a pasar con su dueño; sin embargo, ella lograría reconocerlo a través de la televisión y así se pudo lograr el maravilloso reencuentro.

El pasado 2 de septiembre Alfred Schaefer, un residente de Kansas City (EE. UU.), salió a pasear solo con su perrita Tabitha Rose pero terminó confundiendo la ruta de regreso a casa y se perdió.

El hombre, un adulto mayor que sufre de Alzheimer, fue encontrado al poco tiempo por su esposa Kelly, pero lamentablemente ya no había rastro de la pequeña perrita de 5 años.

La pareja desconsolada imprimió unos 300 carteles para repartir por toda la ciudad, esperando que alguien pudiera darles pistas sobre el paradero de su querida mascota. Tras una semana de no obtener respuesta alguna, Kelly se acercó a la televisora local FOX 4 donde expusieron su triste caso

Gracias a su aparición en las pantallas se logro un milagro de lo menos esperado cuando la misma Tabitha reconoció a sus amados dueños a traves del televisor de una buena familia que la había rescatado de las calles.

La pequeña había estado viendo las noticias junto a su nueva familia y por esas cosas del destino fue precisamente en ese momento que aparecieron en pantalla sus papás humanos, por lo que saltó de la emoción y fácilmente se dieron cuenta de que esa pareja de adultos mayores la estaban buscando.

En un acto digno de elogiar, (en realidad el segundo ya que el primero fue rescatar de la calle a la pequeña Tabitha) estas buenas personas se pusieron inmediatamente en contacto con la familia Schaefer.

Alfred, Kelly y Tabitha tuvieron su tan esperado reencuentro llenos de felicidad del modo menos esperado.

"Para nosotros es como una hija, la amo tanto como a mi esposo y niños", aseguró Kelly y agregó que es parte importante del tratamiento de su esposo, quien debido a sus problemas de salud, sólo logra tranquilizarse cuando esta con ella, además de darle una razón más para seguir adelante y levantarse cada mañana a pesar de su edad.

Valoremos la relación especial que existe entre los adultos mayores y sus mascotas. Para ellos, tener un amigo de cuatro patas es una forma maravillosa de llenar su vida con amor y dedicación.

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