Ann Knowles de Cobham, Inglaterra ha dado refugio a los gatos callejeros y otros animales en los últimos 50 años de su vida y ella estima que ha cuidado a más de 1.000 animales hasta el momento.

Ella y su esposo comenzaron ayudando a los niños abandonados y extraviados durante la reconstrucción de la posguerra de Londres y Ann también ha sido una salvadora de miles de perros callejeros desde entonces.

Ann comenzó como voluntaria en el hospital de gatos en el este de Londres, justo después del final de la Segunda Guerra Mundial, ella se dedicó al rescate de perros callejeros de sitios de demolición de la ciudad bombardeada.

"Fue una frustración y un trabajo triste que parecía no tener fin", dijo.

"Cuanto más ayudabas a los gatos, más empezaban a aparecer de entre los restos de los escombros de los edificios."

"Cuando los paquetes de alimentos diarios llegaron a los distintos puntos de contacto más y más almas hambrientas aparecieron, algunos con sus gatitos y muchos gatos callejeros por la parte trasera, todos tratando de llegar a los tazones de alimento."

También se ocuparon de perros, tortugas y, una vez, hasta de tres ovejas ancianas que se salvaron de la masacre porque el amor no discrimina y el corazón de Ann daba ayudaba y amor a todos los que podía por igual.

Algunos de los gatos se quedaron por mucho tiempo con ella antes de que pudieran encontrar un hogar.

"Recientemente cuidamos un gato peculiar llamado "Jack" de Bahrein que estuvo con nosotros durante seis meses hasta que le encontramos una casa adecuada," dijo Ann.

Eso no es mucho tiempo si lo comparamos con el residente que más tiempo estuvo de Battersea llamado Biscuit que pasó 700 días en el refugio, pero al final como los otros pudo tener un hogar y mientras estuvo recibió todo el amor de Ann.

Por todo su duro y humilde trabajo, Ann fue premiada como la Voluntaria de la caridad para Animales de Petplan del año 2014 y estamos seguros que los niños y animales que ayudo desinteresadamente en algún momento de su vida estarán totalmente de acuerdo y felices.

Comparte esta historia ejemplar y ayuda a que más personas entiendan la necesidad que tienen muchos animales desamparados y sobretodo puedan ayudar adoptando al menos a uno para que no siga padeciendo el cruel abandono.

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