Diggy, es un perro cuya felicidad recorrió Internet de forma viral por lo feliz que estaba al fin siendo adoptado, ahora… su felicidad podría estar en riesgo.

Un perro dulce, cuya sonrisa se volvió viral por todas las razones adecuadas, está en las noticias nuevamente, pero ésta vez, por todo lo que no debería suceder.

Diggy (que antes se llamaba Sir Wiggleton) fue adoptado la semana pasada por su nuevo padre humano, Dan Tillery, de Michigan, después de pasar casi 100 días en un refugio de animales de Detroit, con muchas posibilidades de jamás salir de allí, justamente por ser un Bull, con todos los estigmas que eso significa para un inocente perro.

Luego de sacarlo del refugio, Tillery compartió orgulloso una foto en su Facebook, con su nuevo hijo perruno, con una sonrisa de oreja a oreja literal, mostrando el inicio de su nueva vida juntos, una imagen conmovedora que se propagó rápidamente en todo el mundo, a través de redes sociales y medios de prensa.

Por desgracia, no todo el mundo estaba tan conforme con la felicidad de ambos…

Apenas dos días después de tener a Diggy en casa, el Municipio de Waterford, donde vive Tillery junto a su novia, contactó al muchacho a través de la Policía local… Le dijeron que habían visto la fotografía en los medios y que determinaron, en base a la apariencia de animal, que se trata de un Pitbull, raza prohibida en el código de la ordenanza de la ciudad.

72 horas, que se cumplen el próximo Lues, es el plazo para que Tillery se "deshaga" de Diggy o el municipio lo incautaría y lo eutanasiaría…

“Desde nuestro punto de vista, este es un caso muy claro de una ordenanza que estipula lo que está permitido y lo que no y nuestro trabajo es hacer cumplir la ordenanza” dijo el jefe de Policía Scot Underwood a la prensa de Oakland.

Según se supo, Tillery aceptó que trasladaran a Digg a una nueva ubicación fuera de la localidad, de bastante mala gana (y es normal), pero quedará a su cargo y no será devuelto al refugio, contemplando inclusive vender su propia casa, que acaba de comprar junto a su novia, para mudarse a un municipio con leyes que no expulsen perros por ser "bull"

Hay normativas justas y las hay totalmente injustas, basados en prejuicios y en reacción a un puñado de casos en que los animales se han vuelto violentos por la propia acción de los humanos. Los perros no son malos, el problema son los dueños y pensándolo bien, esa ordenanza podría ser cambiada y decir que en la ciudad no pueden haber ni asesinos, ni violadores, ni maltratadores de animales y también darles 72 horas para que abandonen la ciudad a costo de ser eutanasiados si no lo hacen… quizás esa sería una más justa ordenanza ¿no crees?

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