En una resolución un juez ha dicho entre otras cosas que “la perra era un peligro público” y han ordenado asesinarla... Conoce los detalles aquí

María Isabel Roldós, Secretaria de Salud del Municipio de Quito, informó que el caso de la perra Atena, una Pitbull que mató un niño el 28 de Febrero de 2015, ya tuvo un final y que el animal ha sido eutanasiado. La resolución fue dictada por un juez “esta instancia determinó que la perra era un riesgo público, significa que su nivel de agresividad era alto y procedimos a eliminar el animal” dijo.

Además de esto, Roldós comento que la perra fue evaluada técnicamente. “Un etólogo la trato y determinó cuan agresiva ella era. Posteriormente, el juez evaluó de forma independiente”.

María Isabel Roldós, Secretaria de Salud del Municipio de Quito

El proceso fue iniciado en octubre de 2015. Según la funcionaria, se cumplió lo que dijo el juez. “Ella fue mantenida con medidas pre-cautelares. Pasó mucho tiempo y la perra sufrió mucho. Ella también tenía derechos”

El caso de Atena despertó el interés de la comunidad y de organizaciones encargadas de protección animal en el país. Fueron realizadas varias actividades, como seguir el proceso legal para pedir la custodia del animal (para su rehabilitación posible) y por esto le fue atribuido a Atena un defensor público. Además de ello, fueron hechas campañas en las Redes Sociales para sensibilizar sobre la importancia de los derechos de los animales.

Estas actividades fueron realizadas por Protección Animal Ecuador (PAE), organización que lideró la defensa del animal. Ellos reiteraron que la Pitbull había sufrido malos tratos de sus tutores, siendo encarcelada en un espacio pequeño, teniendo sus orejas cortadas, por ejemplo. La perra en éstas condiciones de estrés, atacó y mató al niño de dos años.

En éste minúsculo espacio apenas con luz, vivió Atena, amarrada durante dos años completos. Foto: ElComercio.com

Sin embargo, dejaron el caso para evitar que Atena sufriese más aún en la reclusión en que vivía como represalia a nuestra insistencia. La perra estaba en Urbanimal, entidad de la Secretaría de Salud, localizada en Carapungo, al norte de la ciudad y fue puesta en cuarentena, o sea, estaba aislada de otros animales debido a su agresividad, logrando con esto un mayor estrés.

Carlos Realpe

Carlos Realpe, coordinador de Bienestar de PAE, lamentó que el caso se hubiera prolongado y acabado de ésta forma. “Supimos que no habría una sentencia a favor de Atena, o sea, sabíamos que no nos la entregarían para rehabilitarla. Por eso decidimos apartarnos. El municipio mucho antes de que el juez hablara, ya había tomado la decisión de matarla”

El también explico que en el país “le dan muy poca importancia al tema de rehabilitación de los animales que han sufrido malos tratos. Lo ideal sería que las autoridades tomen con seriedad éstos casos, porque ahora tenemos dos fallecidos, el niño y la perra y nada de soluciones reales”

PAE también se aparto del tratamiento de la Ley de Protección Animal que se trató en la Asamblea Nacional. Para Realpe, la normativa ha sido alterada y se aleja de lo que ellos han buscado que ésta ley sea y por eso se han apartado a ser cómplices de una ley que a su entender no servirá.

“Actualmente la ley está estancada. Nos retiramos del proceso porque tomaron solamente algunos artículos de los propuestos y los arrojaron dentro del código ambiental. De nuestra parte necesitamos que el asunto de la ley de animales sea algo serio y no siendo así, nos apartamos antes que convertirnos en cómplices de algo que no servirá”

Casos como el de Atena suceden por todo el mundo y son objetivo de lós prejuicios mayormente las razas de “mala prensa” como los Pitbull, Rottweiller, Doberman, Ovejeros Alemanes, etc. Cuando uno de éstos perros ataca, lo primero que se oye decir es “perro asesino” sin siquiera ver que detrás de un perro estresado que muerde y ataca al punto de matar, hay un ser vivo que debe estar al límite de lo soportable para hacerlo.

Juzgar y considerar la agresión de un animal igualándolo a la premeditación, alevosía y maldad con la que podría cometerlo un humano ES UN ERROR. Los animales no premeditan, no atacan con maldad ni sevicia, no se vengan. Haber matado a Atena solo ha sido para satisfacción del sentimiento de venganza de las personas sobre el lamentable hecho de la muerte de ese pequeño niño, pero quien debería haber acabado condenado a cadena perpetua por tener a Atena en esas condiciones y volverla violenta, era a su dueño.

No hay “razas asesinas” hay humanos despreciables que le ofrecen a éstos animales desde cachorros, vidas miserables llenas de agresión y entrenamiento brutal para convertirlos en sus armas personales de defensa o de demostración de estatus, para que luego, cuando algo malo sucede, son los animales los que acaban muriendo por ni siquiera tener la oportunidad de parte de la justicia de rehabilitarse.

Nos parece injusto que inclusive a violadores, asesinos y traficantes si le sean ofrecidos programas de rehabilitación, mientras que a otros seres vivos que también tienen derechos, no se les ofrezca ni el mínimo beneficio de permanecer con vida e intentar rehabilitarse.

Con seguridad un animal saldrá de rehabilitación curado, no así como todos estos humanos mencionados con anterioridad, que posiblemente vayan a rehabilitación para aparentar que tienen intención de cambiar su naturaleza violenta delante de un jurado para luego salir y volver a cometer los mismos delitos.

BASTA DE ESTIGMAS POR RAZAS, LA ÚNICA “RAZA ASESINA” ES LA HUMANA

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