Ésta historia habla de cuán importante es mirar alrededor para saber las necesidades de quienes amamos. No dejes de conocer ésta historia!
Mojo y Max, de 11 y 16 años respectivamente, llegaron juntos al refugio Friends of Anne Arundel, en Maryland, Estados Unidos. Ellos eran amigos entrañables y vivían juntos hasta que fueron separados y comenzaron a vivir en gateras diferentes dentro del refugio, debido a que las normas no permitían permanecer a dos en la misma gatera.
Llegó un día que una cálida señora vio a Mojo y se enamoró de él por lo que no dudó en adoptarlo y cuando una llamada del Refugio para saber cómo le estaba yendo con la nueva adopción a los pocos días de haber sido llevado Mojo a casa, algo inesperado paso.
La voluntaria del refugio le contó a ésta señora sobre la historia de Mojo y Max y le comentó que lamentablemente, Max estaba con pocas ganas de comer, tampoco bebía y parecía como si se estaría dejando morir por no volver a ver a su mejor amigo en el refugio.
La voluntaria del refugio le contó a ésta señora sobre la historia de Mojo y Max y le comentó que lamentablemente, Max estaba con pocas ganas de comer, tampoco bebía y parecía como si se estaría dejando morir por no volver a ver a su mejor amigo en el refugio.
Al saber de ésta historia, la buena mujer, no logró parar de pensar en el pequeño de 16 años que continuaba en el refugio y con casi nulas posibilidades de ser adoptado por su avanzada edad, encima su salud que se estaba deteriorando de sentimiento de no tener a su amigo a su lado.
Fue entonces que en vísperas de Navidad, la mujer decidió la adopción, así que fue al refugio para llevarse a Max a su casa.
Cuando ella llegó, Mojo la estaba esperando y la emoción entre ambos fue tanta, que a pesar de ser gatos de una edad avanzada, daban brincos entre ellos festejando que estaban juntos nuevamente.
Cuando ella llegó, Mojo la estaba esperando y la emoción entre ambos fue tanta, que a pesar de ser gatos de una edad avanzada, daban brincos entre ellos festejando que estaban juntos nuevamente.
Y desde ese día, ambos mininos volvieron a ser felices, pero aún mucho más que antes, ya que tenían un hogar, con una mamá humana amorosa que los consiente como si fueran dos pequeños niños mimados.
Ahora la familia está completa y aunque parece que era su destino estar volver a estar juntos, lo más importante es que nunca más se volverán a separar.
Ahora la familia está completa y aunque parece que era su destino estar volver a estar juntos, lo más importante es que nunca más se volverán a separar.
La buena o mejor dicho, doble buena acción de esta mujer hizo un hermoso milagro de Navidad… y vaya que vale compartirlo con todos!
Muchas veces obviamos a los gatos como animales de compañía; sin embargo, existen miles de gatos sin hogar esperando una oportunidad para ser adoptados. Si usted no cuenta con mucho espacio y tiempo, recuerde que un amigo felino es ideal para usted.
Por esa razón, no compre animales, adopte un amigo sin hogar con amor y responsabilidad, salvará una vida y llenara la suya con la más pura e incondicional amistad!
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