No podía haber mejor idea para solucionar las necesidades de dos de las poblaciones más olvidadas… ancianos y animales ancianos

Infelizmente la condición humana ha desarrollado conductas para nada beneficiosas inclusive para su propia especie en las últimas décadas.

El trato a los ancianos de nuestras sociedades se ha deteriorado a puntos absurdos, en donde miles acaban sus días en soledad, encerrados prácticamente, en lugares a los que irónicamente en algunos lugares les llaman “casas de salud” en otros “residencia de descanso” y así un sinfín de nombres que buscan disminuir lo que en realidad el ser humano realiza cuando abandona a otro, de su propia sangre en un lugar.

Lamentablemente con los animales la situación no es diferente, si ya es difícil que un animalito joven y “sin raza” encuentre un hogar, imagínate lo mucho más difícil que es, que alguien decida incorporar a su familia, un pequeño de cuatro patas anciano, con diversas necesidades que van por encima de las de un cachorro.

Además de la dificultad de encontrar un hogar, muchos de éstos animales a lo largo de su vida lo tienen y así como a los abuelos, sus familias deciden abandonarlos, cuando se ponen ancianos o empiezan a “dar problemas” y estos problemas son básicamente prestarles un poco más de atención, darles alguna medicación, o tener más cuidado a la hora de que tomen mucho frío o mucho calor…

Quizás pensarás que no sabes que le pasará a la gente por la cabeza para deshacerse de un animalito que ha compartido años junto a ellos de un día al otro, solo por comodidad… pero es también lo que sucede con los abuelos… que vienen siendo los padres de la persona que los abandona en asilos sin el mínimo dolor, al igual que abandonan sus animales en cualquier parte en ausencia del más mínimo remordimiento solamente pensando en su “tranquilidad” personal.

Una muestra de egoísmo humano sin par es la que se ve en estas dos situaciones. Pero siempre hay humanos que pueden hacer que las cosas cambien y los humanos de ésta historia han logrado que una condición triste, se vuelva en una oportunidad de felicidad para ambos protagonistas… Ancianos Humanos y No Humanos

En una iniciativa brillante, un residencial de ancianos localizado en Joinville, Santa Catarina, Brasil, decidió adoptar animales de edad avanzada para hacer compañía a los viejitos que viven en aquel lugar.

La Idea no podía ser mejor, porque quien conoce de animales sabe, que los animales adultos son menos hiperactivos que un cachorro, tienden a ser más calmados y tranquilos y sus necesidades de ejercicio no son tantas como las de un perro joven, por lo cual esta “mezcla” entre ancianitos y perritos ancianos es una maravilla.

En el vídeo a continuación, puede verse el éxito de esta idea, con animales recibiendo amor incondicional nuevamente y los ancianos completamente felices con sus nuevos amigos, que llenarán sus vidas y rutinas, que mayormente en este tipo de lugares, tienden a ser rutinas depresivas en donde solo se habla de enfermedades, presión arterial, dolor en los huesos, parientes que no los visitan…etc.

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Con los animales allí, los abuelos ya no piensan en lo que duele, o en quien no viene a verlos, porque todo el amor que necesitan, está allí, en esa pequeña compañía de cuatro patas que brinda el amor incondicional que solo ellos saben dar… y los ancianitos saben muy bien cómo cuidar y mimar a estos niños de narices frías… ya lo han hecho antes inclusive con sus nietos… los mismos nietos que hoy quizás prefieran ir a un shopping, antes de ir a verlos…

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Ojalá en todos los residenciales de ancianos del mundo tomaran ejemplo en ésta idea que no solamente ayudaría a animalitos que de otra forma quizás nunca conocieran un hogar nuevamente y ayudaría a la salud y bienestar emocional de los abuelos que allí pasan sus días.

Esperamos que ésta historia nos haga reflexionar al respecto del trato que le damos a nuestros ancianos (humanos y no humanos) y que recuperemos el respeto y el amor por las canas y evitemos condenar a un ser que ha dado toda su vida por hacer la nuestra mejor, a vivir enjaulado en un lugar.

No privemos a los ancianos (humanos y no humanos) de convivir con sus familias, no los depositemos en lugares para que allí transcurran sus últimos años de vida.

Ellos (ancianos humanos y no humanos) merecen mucho más que eso y si ellos han podido hacer cosas increíbles por nosotros durante toda nuestra vida… hagamos nosotros ahora nada más que devolver la gentileza.

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