Sudáfrica ha informado de una disminución en el número de rinocerontes asesinados por cazadores furtivos, que según las autoridades es en parte resultado de los cierres por el Covid-19.

El año pasado, 394 rinocerontes fueron asesinados por sus cuernos en el país, una caída del 33% de los 594 registrados en 2019, dijo el Ministerio de Medio Ambiente.

Los encierros por la pandemia han restringido los movimientos de los posibles cazadores furtivos y contrabandistas de cuernos de rinoceronte, agregó.

Es el sexto año que han bajado los incidentes registrados en el país.

Pero los conservacionistas advierten que la población de rinocerontes en Sudáfrica se ha desplomado en los últimos años y que la caza furtiva sigue siendo un gran problema.

La ministra de Medio Ambiente, Barbara Creecy, dijo que las medidas estrictas para prevenir la propagación de las infecciones por coronavirus el año pasado habían llevado a "una reducción significativa en las incursiones de cazadores furtivos" al mundialmente famoso Parque Nacional Kruger, cerca de la frontera con Mozambique.

"Sin embargo, eso cambió más adelante en el año a medida que disminuyeron los niveles de bloqueo", dijo en un comunicado publicado el lunes.

Creecy agregó que si bien las "circunstancias extraordinarias que rodearon la batalla para vencer la pandemia Covid-19" habían contribuido a la disminución de la caza furtiva en 2020, los guardabosques, el personal de seguridad y los esfuerzos del gobierno para abordar el problema también desempeñaron "un papel importante".

Sin embargo, los conservacionistas dicen que ha habido una disminución cercana al 70% en la población de rinocerontes registrada en el Parque Nacional Kruger, donde tiene lugar la mayor parte de la caza furtiva, durante la última década.

La Dra. Jo Shaw, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Sudáfrica, dijo que, si bien acogió con agrado una reducción en el número de rinocerontes perdidos por la caza furtiva, "somos muy conscientes de que la aparente repetición proporcionada por las restricciones de bloqueo en 2020 fue solo una pausa temporal".

"Para detener la caza furtiva de rinocerontes, debemos abordar los factores que permiten que operen los sindicatos de tráfico de vida silvestre", dijo el Dr. Shaw a la BBC.

Dijo que estos incluían asegurar que los recursos estuvieran disponibles, se asumió el compromiso de "erradicar la corrupción" y se abordaron los factores que causan el comportamiento delictivo, "como la falta de oportunidades, altos niveles de desigualdad y rupturas en las normas sociales".

El profesor Keith Somerville, del Instituto Durrell de Conservación y Ecología (DICE) de la Universidad de Kent en el Reino Unido, dijo que los comentarios de la Sra. Creecy eran "un intento desesperado y transparente de dar un giro positivo al problema de la caza furtiva de rinocerontes y los intentos de reducirlo".

Dijo que cualquier reducción de la caza furtiva causada por la pandemia "es poco probable que se mantenga cuando terminen las restricciones actuales en Sudáfrica".

El profesor Somerville dijo que un informe de los Parques Nacionales de Sudáfrica, que afirma que los esfuerzos contra la caza furtiva han mejorado en los últimos años, "no observó la disminución continua" ni calculó la diferencia en el porcentaje de asesinatos en el parque Kruger en relación con población general de rinocerontes.

"Así que hay una mejora marginal, pero relacionada con una población mucho más pequeña", dijo, y agregó: "Hay menos rinocerontes y, por lo tanto, son difíciles de encontrar y matar".

Un total de 769 rinocerontes fueron asesinados por sus cuernos en Sudáfrica 2018, en comparación con 1.028 en 2017, según muestran las estadísticas oficiales.

Los cuernos de rinoceronte tienen una gran demanda en estados asiáticos como China y Vietnam, donde se utilizan en medicinas tradicionales y son precisamente estos países los que permiten y financian este cruel y salvaje exterminio.