Tal como si nunca más fuera a verlo, fue la emoción de éste amigo al ver regresar a su hermano. Y quien dijo que ellos no tienen sentimientos? Conócelos!

Mickey es un capuchino de cara blanca y junto a su mejor amigo Ebi, un capuchino llorón (Cebus olivaceus) y son conocidos en el santuario como los "Bad Boys" o chicos malos (en el buen sentido) en el santuario Jungle Friends Primate Sanctuary y a pesar que hoy forman un duo de amigos muy unido, ésto no siempre fue así.

Mickey solía ser la mascota de alguna persona en Lousiana, Estados Unidos, pero ni siquiera le era ofrecido un recinto adecuado donde permanecer. A cambio de eso, su captor mantenía a Mickey en una pequeña jaula de alambre oculta en el bosque.

Kari Bagnall, fundadora del Santuario dijo que ella no está segura cuánto tiempo Mickey estuvo en aquella infeliz situación junto a su "dueño", hasta que fue descubierto y confiscado, solo que desde 2001 hasta ahora él ha vivido feliz en el santuario.

Por otra parte la llegada de Ebi al santuario no fue de lo más calmada ni libre de peligros...

Ebi fue otro rescate dentro de Lousiana, entregado a Angie y Randy Walker, una pareja conocida por recibir animales no deseados por sus antiguos "propietarios" y Ebi llegó a ellos en 2003, casi a punta de pistola... Ellos vacilaron un momento en recibir al pequeño mono, ya que jamás habían tratado con la especie, pero ante la amenaza de quienes eran "sus dueños" en ese momento de que le dispararían si ellos no lo aceptaban, no quedó más opción que salvarle la vida y rezar de tener un buen sentido común de saber que hacer con él temporalmente.

"Angie lo puso en un transportín dentro de su garaje, me llamó y dijo que tenía un mono allí" dijo Bagnall y agregó que le preguntó si había cerrado bien el contenedor, porque los monos son muy escapistas.

Angie dijo que no y Bagnall le dijo que no colgara y que fuera hasta el garage a comprobar si el mono aún estaba allí, y no estaba... Ebi había escapado y oficialmente estaba perdido. Pasó un par de días deambulando hasta ser visto por una persona de la ciudad, que intentó atraparlo y meterlo a una pequeña jaula para trasladarlo... pero Ebi estaba tan asustado de los humanos que acabó mordiéndole la mano y escapando de nuevo.

"Luego estaba en un campo de golf y los funcionarios lo perseguían con carritos, tratando de alcanzarlo, hasta que terminó en los pantanos del lugar y entonces nadie lo vio por un tiempo" dijo Bagnall

Preocupada con las bajas temperaturas invernales y el riesgo de que había mordido a una persona, por lo que las autoridades podrían "etiquetar a Ebi como peligrosa y ordenar la eutanasia, Lee Ward, una ex empleada del santuario hizo su misión para encontrar definitivamente a Ebi.

Ella fue donde él había sido visto por última vez y se sentó haciendo un "picnic" y se puso a comer papas fritas y otras "delicias" hablando en voz alta con la esperanza de atraer a Ebi y ¡¡su plan funcionó!! Ebi finalmente se acercó a ella, con frío y muchísima hambre. ¡Al fin lo habían podido atrapar!

Desde que llegaron al santuario con él, Ebi y Mickey rápidamente se ganaron su reputación de "chicos malos". Mickey era colocado con otros capuchinos de cara blanca, pero no había vez que eso no terminara en pelea y Ebi por su parte era una lucha cada vez que era colocado con otros capuchinos llorones como él.

Fue entonces que un miembro del santuario sugirió que ambos fueran colocados juntos, a lo que Bagnall se sobresaltó diciendo "¿Están bromeando? Dos machos alfas como ellos juntos se van a matar!" pero a diferencia de lo esperado, fue la mejor cosa que jamás podían haber pensado porque desde el momento en que se unieron, fueron 2 amigos inseparables.

Su relación fue puesta a prueba cuando Ebi se dislocó la cadera hace un par de años y tuvo que pasar una semana en el hospital luego de eso, pasar aún otro par de semanas internado para curarlo y darle tiempo de sanar.

Mickey estaba perdido sin su amigo Ebi y fue el día del regreso de su amigo, que se vio el lado más tierno de ésta pareja despareja... Bangall jamás había visto algo semejante antes.

En una foto capturada poco tiempo del regreso de Ebi, se puede ver a Mickey abrazándolo y estrechando su rostro sobre su pecho, un testimonio de lo profunda que es esta amistad!

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"A ellos les encanta jugar constantemente. Nunca he visto a éstos monos jugar demasiado, pero ellos se aman en todos los sentidos, son como hermanos, almas gemelas" dice Bangall

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