Llegando a la playa de Phuket en Tailandia una pequeña elefante estaba siendo usada para “entretener” turistas y la verdad es que había sido secuestrada!

Un microchip reveló que Chok Nang, de unos 5 o 6 años de edad, fue secuestrada desde la provincia de Surín a más de 1126 kilómetros de distancia de donde había nacido y la tenían “trabajando” para el turismo de forma ilegal.

El sujeto que conducía a Nang Chok a lo largo de la playa (jalándola por su oreja) debajo del calor abrasador para ofrecérsela a los turistas que “se volvían locos” por tomarse unas fotografías con ella, ahora está bajo custodia arrestado por los cargos de haberla secuestrado de su lugar de nacimiento y explotarla.

“La han tenido aquí al menos un par de meses por lo que pudimos saber. Ella ha estado trabajando todo el día y durante el verano aquí ha habido temperaturas de hasta 40º Celsius o más” dijo Vicki Kiely, una defensora de animales que trabaja en Tailandia.

Agregó que “Ella es muy dulce y de buen comportamiento y sabemos muy bien como logran que un elefante silvestre sea tan dócil… golpes, claudicación, miedo, hambre… sabemos muy bien como lo hacen”

Cuando Kiely habla de “claudicación” se refiere a la práctica de éstos salvajes humanos que trituran el espíritu de los elefantes para que puedan hacerse dóciles lo suficiente para ser usados como “atracción turística”, no solo para fotografías, sino para que la gente se tome fotografías con ellos y los manosee sin que el elefante reaccione.

Y Tailandia realmente está en el ojo de la tormenta con éste problema. Un informe de 2010 reveló que luego de la inspección realizada en 118 establecimientos “turísticos” del país, fueron encontrados 1688 elefantes de los cuales la enorme mayoría se encontraban en pésimas condiciones físicas y psicológicas.

“Han sido cruelmente secuestrados de la naturaleza o nacidos y criados en cautividad. Separados de sus madres y grupos familiares apenas con meses de edad. Los elefantes con destino a “entretener turistas” sufren de enormes traumas físicos y mentales. El aislamiento, hambre, golpes, son solo algunos de los métodos utilizados para claudicar el espíritu de los animales y hacer que se comporten como el “entrenador” necesita para hacer dinero con ellos”

Ya el hecho de que un elefante esté lejos de su grupo es lo bastante cruel, como para que aún por encima de eso, sean maltratados y hostigados. Los elefantes son animales sociales con los suyos y necesitan sus familias. Elefantes pequeños como Chok Nang, permanecen junto a su familia toda su vida en la naturaleza porque así es la naturaleza de los elefantes, no lo es cargar humanos o servir de marco para fotografías “para Facebook o Instagram”

Nang Chok está temporalmente bajo el cuidado de la Oficina Provincial de Ganadería de Phuket. “Tendremos a Nang Chok durante unos 30 días hasta encontrar el mejor lugar donde podemos re introducirla a la naturaleza” dijo Surajit Witchuwan, vocero de la oficina de ganadería de Phuket.

Pero Kiely teme que Nang Chok acabe siendo llevada por el mismo departamento, a un campamento de elefantes “trekking” donde se vería obligada a pasear turistas, en vez de ser llevada a un santuario VERDADERO.

Por eso, mientras el destino de Nang Chock sigue siendo incierto, los defensores están tratando de obtener el traslado hacia un verdadero santuario, no a un falso santuario que disfraza un parque de diversiones que usa los animales para hacer dinero como donde temen que la oficina gubernamental intente enviarla.

“No es justo sacarla de una situación terrible, para llevarla a otra mucho peor”

No hay una petición específica al respecto, pero compartiendo la historia, podemos dar a conocer la verdad y hacer presión sobre la oficina de ganadería sobre que el mundo sabe que Nang Chok existe y que tenemos los ojos colocados sobre ellos.

Pero más importante que eso, es que éste tipo de explotación no existiría si las personas REPUDIARAN cuando llegan a éstos lugares “turísticos” usar a los animales que los lugareños les ofrezcan, es decir, que ni siquiera elijan visitar los sitios que usan y abusan de animales, o que se retiren del lugar cuando se dan cuenta que hay animales siendo explotados.

La solución de este problema no pasa principalmente por las autoridades, PASA ESPECIALMENTE POR las personas COMUNES, turistas COMUNES que hagan lo que tienen que hacer, porque SINO HAY DEMANDA, NO HAY NEGOCIO.

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