Al caminar por las calles y parques en épocas de primavera, donde se dan la mayor parte de los nacimientos del reino animal, podemos depararnos con algo que todos sabemos que tenemos que actuar por ayudar, pero muchos no sabemos cómo…

Miramos abajo y de repente vemos una minúscula vida que parece sin vida en el pavimento o sobre el césped, pura piel y plumas apenas visibles, vulnerables y solos… como seres humanos nos inclinamos a salvar la vida de éstos pequeños, después de todo estamos hablando de un bebé!

Pero un momento! Acaso no es que siempre nos dijeron que si veíamos un pájaro bebé no lo tocáramos? Si, es verdad que nos han dicho eso, pero la verdad es que ese conocimiento popular muchas veces ha condenado a muchas aves bebés a morir sin siquiera una posibilidad de recibir ayuda.

Entonces… ¿qué se puede hacer para sacar adelante ese bebé de todas formas? Probablemente llamar a la oficina de control animal o fauna para que respondan una llamada por un pequeño pájaro en necesidad, no parece algo muy viable de que nos presten atención…

Pues bien, resulta que hay mucho que podemos hacer para asegurarnos que éstos bebés huérfanos aparentes, puedan tener una oportunidad en la vida!

Peter Helmer es un especialista en medicina veterinaria aviar en la Veterinaria Blue Pearl Partners y compartió algunos consejos para guiarnos en el proceso.

Por un lado, sin lugar a dudas la primera opción de no hacer nada en absoluto hasta tanto no ver si efectivamente no hay una mamá cercana, es la opción básica. Al igual que con muchos animales, las mamas pájaro de vez en cuando dejan solos a sus bebés mientras buscan alimento lejos del nido para alimentar la nidada al volver.

“Los padres del pequeño pichón harán un mucho mejor trabajo que cualquier centro de rescate. A menos que el animal esté herido, lo mejor es dejarlo como está y observar el mayor tiempo que sea posible hasta ver si sus papás regresan por el” dice Helmer.

Si está caído sobre una superficie caliente, o expuesto a ser pisado o más herido, lo importante podría ser con un pequeño pañuelo sin tocarlo directamente (para evitar dejarles bacterias propias de nuestras manos) y colocarlo sobre césped y sombra cercana.

Es un mito el hecho de que tocándolos les dejamos “olor humano” y que por eso sus madres podrían rechazarlos. “Las aves no tienen glándulas odoríferas” dice Rob Halpin, biólogo de MSPCA-Angell.

Si tu dejas al pequeño bebé cercano de donde ha caído, de seguro si su mamá está bien y nada más se ha alejado para hacer lo que toda mamá pájaro hace cada día, ella volverá por él y aunque no esté en su nido, tendrá ese sexto sentido materno para encontrarlo, pero debes asegurarte de no alejarlo mucho del lugar donde ha caído.

La idea es ponerlos en un lugar seguro, al abrigo del sol fuerte y por supuesto, lejos de curiosos perros o gatos que puedan toparse en su camino con el pequeño pajarito y que sin maldad, puedan acabar hiriéndolo.

Ten en cuenta que los animales en general no tienen idea de que tú estás allí para ayudarlo, al final eres un ser humano y para los animales siempre seremos una amenaza, por lo que pueden picotearte o arañarte cuando intentas ayudarlos.

Una vez que lo hayas puesto en lugar seguro, como te decimos, si tienes la intención de asegurarte que estará bien, tendrás que estar allí por unas cuantas horas para comprobar que su mamá pueda volver. Ellas pueden tardar entre 12 o 24 horas… es todo un número de horas, por lo que ocuparse del rescate de un ave, a pesar de su tamaño minúsculo, es un esfuerzo hercúleo prácticamente. Estate atento siempre, porque cuando la mamá regrese verá que un humano está cerca de su bebé y puede intentar picotearte para protegerlo, no lo hará por mal, sino por instinto.

Todo esto si el pajarito nada más está caído pero sin heridas, pero en el caso de que el pequeño esté herido, necesitará algo más que ser cargado a la sombra y allí, no quedará otra que llevarlo a un veterinario especialista en aves, o a un centro de vida silvestre.

Si no conoces especialistas cercanos, no te desanimes, Helmer recomienda llevarlo al hospital veterinario más cercano, independiente de que sean o no especialistas y deberás cargarlo utilizando un tejido suave y dentro de una caja para evitar que el bebé se machuque al manipularlo, o que con el movimiento del automóvil se pueda golpear.

Es importante tener en cuenta que los bebés heridos no comen ni beben. La clave aquí es conseguir atención médica lo antes posible.

Deja que el hospital de animales cuide del pequeño o pequeña paciente y mantente unido colaborando con el caso en lo que sea necesario. Una vez que esté mejor, si lo logra, es probable que el personal del hospital contacte un centro de fauna local para su rehabilitación y quizás te guste mucho poder ver que ese pequeño pedacito de vida que tu ayudaste a salvar, está yendo camino a su nueva vida.

Y cuando veas eso, entenderás cuando siempre aquí en Seamos Mas Animales decimos #TodaVidaVale … porque no hay nada que llene más el corazón de sentir que con nuestras manos hemos ayudado a que una vida, aunque minúscula, no se apague por la indiferencia.