Durante tres días seguidos, Bear no se separó ni un instante del lado de su difunto dueño, ni para comer, beber agua o ir al baño y posiblemente hubiera muerto a su lado, pero afortunadamente fue encontrada justo a tiempo.

Janes Ringle, el papá humano de Bear tenía 76 años y vivía solo con ella en Baltimore. Él la había adoptado desde que era sólo una cachorra hace 12 años por lo que el vínculo de amor y amistad entre ellos era inquebrantable.

Luego de tres días, el 1 de junio llegó de visita el sobrino del señor Ringle, David Dickens y lamentablemente encontró la triste escena con Bear al lado de su difunto tío.

Él dijo: "Toda mi familia ama a los perros, pero era difícil encontrar a alguien que pueda tener a Bear. Yo no quiero dejarla sola en la casa, por lo que llame a BARCS".

Aunque Dickens sabía que el refugio no mata animales y cuidaría humanamente de Bear, él se preocupó por su edad que haría más difícil poder encontrar un nuevo hogar. Esa preocupación se incrementó a medida que pasaban los días y nadie se fijaba en la leal perrita para darle un hogar para siempre.

Foto: BARCS

Sólo imagínese por un momento; de repente, usted se queda solo en el mundo y con el dolor más grande en el corazón por perder al ser que más ama es llevada a un refugio donde nada es familiar, hay muchos perros que le atemorizan, ruidos, olores y gente que no conoce, todo eso genera un sentimiento horrible y deprimente para cualquiera y así se sentía Bear conforme pasaban los días.

Fue entonces cuando el personal de la organización, Baltimore Animal Shelter (BARCS) pensó en hacer algo más por esta hermosa perrita triste.

"Mi parte favorita de toda esta historia es el poder de los medios de comunicación social", dijo el director de relaciones públicas de BARCS, Bailey Deacon.

"Esta fue una perrita que estaba aquí por varios días y fue pasada por alto por las personas que querían sólo cachorros. Tan pronto como hemos publicado su historia en los medios de comunicación social, fue increíble el interés en ella". dijo.

Foto: BARCS

De hecho, Bear se hizo muy conocida en toda la ciudad como una celebridad. Los medios de comunicación entrevistaron a varias personas que se manifestaban queriendo adoptar a ese noble ser que dio su amor a su dueño, inclusive después de su muerte.

Cuando Chelsea Hagerty y su novio Alex Cheamitru conocieron en Facebook la triste historia de Bear, fueron a BARCS y pusieron una solicitud para adoptarla.

"Me sorprendió cuando nos la dieron porque no estábamos primeros en la lista", dijo Chelsea, que había cuidado animales para BARCS hace unos años y tiene un lugar especial en su corazón para los perros y gatos de edad avanzada.

"Estaba tan feliz de llevarla a casa ... Sólo pensé que es viejita, cansada y no debería tener que pasar los últimos años de su vida en un refugio. Ella debe tener alguien se ocupe de ella, como lo hizo su difunto dueño".

A pesar de que había mucha gente pretendiendo la adopción, Bailey Deacon dijo que no funcionaron, por diversas razones, incluyendo que algunos miembros de la familia estaban renuentes.

Foto: BARCS

La organización como corresponde, tratan de asegurarse de que todos los miembros de una familia se encuentren de acuerdo con tener un nuevo animal en casa para que la adopción sea realmente responsable.

Lo más conmovedor, es que ahora la dulce Bear ha demostrado su agradecimiento por tener un nuevo hogar, suministrando a su nueva familia una lluvia casi interminable de besos.

"Ella es tan dulce y cariñosa," dijo Chelsea. "Ella es como una pequeña sombra. Ama estar por todas partes detrás de ti. Ella es la personificación de todo lo que puede desear en un fiel perro cariñoso".

Bear también se hizo amiga rápidamente de su nuevo hermano canino de 2 años de edad, que anteriormente había sido adoptado por la pareja. Los dos a menudo juegan juntos o simplemente se relajan en el sol.

Foto: Chelsea Hagerty

"Nuestro otro perro se llama Panda. Y ahora tenemos a Bear", dijo Hagerty. "Creo que estaba destinado a esto ocurra."

Una historia triste, pero con un final diferente y merecido. Sabemos que Bear nunca dejará de extrañar al señor Ringle, pero ahora tiene una nueva familia que la ama y la cuidara en sus años de vejez como seguramente él lo hubiera hecho.

Si desea colaborar con el trabajo de Baltimore Animal Shelter (BARCS) para que pueda seguir rescatando y dando una nueva oportunidad de vida a los animales sin hogar, puede dar clic aquí.

Un verdadero acto de bondad sugiere una gran cuota de humanidad; por esa razón, no olvidemos que los perros mayores también necesitan un hogar, ellos son ideales para lugares tranquilos porque saben comportarse y tienen mucho cariño para dar.

Adopta un viejito con amor y responsabilidad, salvaras una vida y llenarás la tuya con la más pura e incondicional amistad.

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