Cola sufrió lo indecible. Un vecino de su casa, se sintió molesto cuando el pequeño mordió uno de sus zapatos y no tuvo mejor idea que amputarle sus patas con una espada
Su único delito había sido ese y al momento en que tuvo el infeliz encuentro con semejante monstruo, Cola tenía apenas 9 meses de edad, alrededor del mes de Mayo de este año.
Aún por encima del daño infringido, el padre humano de Cola debió pagarle el zapato roto al vecino amenazado de que le cortaría la cabeza si no lo hacía.
Con su mejor amigo herido, el hombre no sabía que hacer y fue cuando llamó a las personas de Soi Dog Tailandia, quienes tienen un equipo de rescate de respuesta rápida para éste y otro tipo de situaciones y de no haber contado con la respuesta a tiempo, probablemente Cola habría muerto desangrado porque sabido es que los perros tienen muchas venas en sus patas y un corte tan brusco y drástico lo tenía sangrando profusamente.
El sujeto que llevó a cabo este acto despreciable, fue acusado al amparo de la Ley de Protección de los Animales vigente en Tailandia, pero la sentencia dictada (como suele suceder en muchos países) fue una burla más. Apenas 1 mes de prisión para el sujeto y "todo arreglado".
Si bien ésto evidentemente es muy poco, es importante recordar que antes de ésta ley que se promulgó a finales de 2014, en el país se podía hacer lo que fuera con los animales que no había castigo alguno, pero es evidente que en cuestión de hechos de crueldad y penas asociadas aún le falta mucho camino por andar.
MIRA A CONTINUACIÓN SU RESCATE Y PRIMEROS PASOS DE TRATAMIENTO
Cola fue llevado a una clínica especializada en Bangkok, con la fundación Soi Dog cubriendo todos los costos con la ayuda de donaciones de buenas personas que colaboran con la ONG.
Una vez que se recuperó lo suficiente, el equipo de la clínica fue capaz de diseñar e implantar en él, un par de prótesis hechas a medida para Cola y el hoy no puede parar de sonreír!! Solo compara su cara el día que sucedió lo peor y su cara ahora... lo dice todo cierto?
Su padre humano, con miedo de vivir al lado de un monstruo, y debido a que el caso tomó repercusión nacional y las personas le hacían saber al sujeto cuan miserable era cada día, además que ya se había pasado 1 mes en prisión por "un bicho cualquiera", el temor de la represalia era grande y prefirió cederles la tutela a las personas de Soi Dog.
MIRA A COLA HOY CORRIENDO FELIZ CON SUS NUEVAS "PATITAS"!!
Luego de unas semanas en la clínica, Gill co-fundadora de Soi Dog, quien se había enamorado de Cola apenas lo vio, voló a Bangkok a buscar al pequeño que ya estaba con sus heridas sanadas y sus prótesis en "modo prueba" y de verdad que verlo saltando tan feliz con sus nuevas patas, es algo que compensa todo lo que se debió luchar por lograrlo.
Gill, que también lleva piernas protésicas luego de perder ambos miembros mientras salvaba un perro en 2004, llevó a Cola a Phuket a su nuevo hogar, su propia casa!
Cola ahora vive feliz con Gill y su marido John, disfrutando de las comodidades de un hogar lleno de amor y paseos en la playa y todo ésto ha sido posible gracias al apoyo de personas comunes que donan aunque sea lo mínimo para que Soi Dog continúe adelante con su trabajo.
Si deseas colaborar con ellos, no dejes de ver AQUI las formas para hacerlo
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