Los puercos, a diferencia de lo que muchas personas piensan, no son animales tontos que solamente nacen para acabar colgando de una pata y servir de alimento. Son animales inteligentes, sociables, dulces y totalmente cariñosos.
Así como perros y gatos que son acogidos en hogares, muchos cerditos también lo son y son capaces de hacer amigos y formar lazos profundos con los humanos “padres”, tanto como otro animal comúnmente doméstico.
Lilly es una de las más nuevas residentes del centro de rescate y rehabilitación The Gentle Barn Tenessee y es un claro ejemplo de porqué deberíamos detenernos y pensar en ser un poco más compasivos con esta especie tan cruelmente tratada durante cientos de años.
Cuando apenas era una bebé, Lilly sufrió una enorme negligencia por parte del granjero que tenia a ella y al resto de su familia. Fue dejada bajo el sol durante un caluroso día de verano, con el sol incendiando su piel.
Todo el tiempo que pasó expuesta allí, le provocó tales quemaduras de 1er y 2do grado en su espalda y orejas, que su piel comenzó a desprenderse, de a pedazos.
Aquí puede verse a Lilly encontrándose con Dudley por primera vez, no tardaría mucho en que se volvieran los mejores amigos!
Por sus heridas en la piel, Lilly se enfermó. Su sistema inmunológico estaba luchando contra las infecciones propias de una quemadura no atendida y su “dueño” no estaba feliz de invertir ni 1 solo centavo más en ella, por lo que aceptó entregarla al santuario cuando ellos se presentaron allí, avisados por uno de los funcionarios de la difícil situación que la pequeña estaba atravesando.
Desde que fue albergada en The Gentle Bar, recibió la atención médica que necesitaba, las cremas antibacterianas que al fin lograrían hacer su piel sanar y las inyecciones de antibióticos que la apoyarían en luchar contra las infecciones que ya estaban perjudicando seriamente su salud.
Lilly tuvo un inicio de vida terrible, pero ella no ha permitido que esto la impida de asumir su nueva oportunidad con todas las ganas de vivir y una alegría que no cabe dentro de ella.
Esas manchas oscuras, son las marcas de sus quemaduras de sol. En el lomo tiene otras tantas que nos dan la idea de lo enorme que fue lo que pasó con ella |
Cuando tiene la pancita llena de comida y la nariz llena de restos de “hocicar” algo que a los puerquitos les fascina, Lilly se siente plena.
Así como otros bebés, Lilly necesita de muchas siestas por día. Los cachorritos de cerdo normalmente duermen al lado de sus mamas, pero como Lilly lamentablemente perdió su mamá porque fue vendida a un matadero de consumo, los voluntarios de Gentle Barn son padres y madres por horas a tiempo completo.
Y ni que hablar, de lo mucho que Lilly adora recibir caricias.
Ella es muy apegada a sus cuidadores. Tal como dice un voluntario del santuario “Ella llora cuando me levanto y camino a otra parte, porque tiene miedo que la deje sola. Ella corre y salta cuando tengo que ir a cualquier parte, caminando y me acompaña por todo el santuario mientras hago los trabajos que tengo que hacer”
En el Santuario Gentle Barn, Lilly nunca más se sentirá triste o solitaria y podrá recuperarse de su pasado de malos tratos.
MIRA AQUÍ UN VÍDEO DE LILLY!
Te dejamos a pensar que millones como ella en éste mismo momento están entregando su vida, sin tener voluntad de hacerlo, para abastecer la industria de la alimentación. Millones que como Lilly adorarían recibir cariños, dar largas siestas, tener amigos, disfrutar la vida, pero la misma les es arrancada de forma intensiva y cruel constantemente para sustentar el consumo de un producto que está comprobado que el ser humano no necesita para vivir.
Pongamos un poco de nuestra parte para cambiar ésta realidad, reduce el consumo de carne lo más que puedas y si puedes lograrlo, intenta dejar de consumirla. No solamente será un beneficio para tu salud ya que la propia OMS ha emitido su alerta sobre lo dañino que puede ser para la salud su consumo, sino que sabrás que “apenas” con tu elección de NO elegirla, estarás contribuyendo a que menos animales sufran.
Porque si se ama a unos, no se puede consumir otros… porque los otros, también tienen derecho a vivir y nosotros tenemos muchas opciones de las que elegir, para poder alimentarnos.
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