Las ganas de sanar que Vicente tiene, son algo que conmueve a cada persona que lo conoce y sobre todo, a sus rescatistas que están profundamente enamorados de él.

A pesar de estar enfermo, no sea ciertamente lo ideal, hay algunas ventajas en no sentirse tan bien. Se puede dormir bastante, si se tiene suerte, alguien cocinará algo rico para ti y aún, recibirás muy cariño. Pero muchos animales, jamás experimentan el cariño dulce del amor, estén saludables o algo enfermitos.

Pero los más suertudos, que son amparados por personas de enorme corazón, como aquellas que llevan adelante, a pulmón y con mucha fuerza de voluntad, refugios de animales y santuarios para protegerlos, reciben mucho de ese amor.

El Santuario Igualdad Interespecie es uno de esos paraísos en la tierra para animales en necesidad.

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Vicente, el pequeño bebé cabrito de ésta historia por ejemplo, llegó al santuario con un cuadro grave de neumonía y una herida en una de sus pequeños cascos.

De acuerdo con el santuario, el pequeñito es huérfano, porque su mamá fue capturada y llevada para la industria de lácteos. Vicente evidentemente la extraña muchísimo y ahora enfermito se siente débil, pero esas hermosas personas del Santuario Igualdad Interespecie hacen de todo para hacerlo tan feliz como sea posible.

Y entre ese cariño, está el alimentarlo con mamadera, asegurarse que el esté bien higienizado y confortable con un lindo abrigo (de lana sintética) y darle muchas caricias.

Tu puedes ver la felicidad de su rostro brillando! Contando con tamaño cariño, la recuperación de Vicente de su neumonía, será un rápido proceso porque cuenta con los tres componentes que curan cualquier mal: Cariño, Confort y Confianza

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