El brutal hecho de agresión ocurrió hace 2 años, cuando el pequeño Nalón fue amarrado al vehículo del acusado y arrastrado por las calles de San Martín del Rey Aurelio, en Asturias.

El agresor, J.M.C (la justicia no divulgó su nombre completo, solo las iniciales por ser reo primario), fue condenado por el crimen de malos tratos contra los animales, con una pena (irrisoria) de 3 meses de prisión, inhabilitado de tener animales a su cargo y tuvo que pagar una multa que fue derivada a la asociación protectora de animales que cuidó a Nalón y lo curó de las heridas provocadas.

El pequeño, tuvo heridas graves luego de ser arrastrado por la calle por J.M.C, siendo enviado para la Asociación Nacional de Animales con Derecho y Libertad (ANADEL) para su recuperación.

Felizmente, durante todo este proceso, Nalón no tuvo contacto con J.M.C, pero ahora todo puede cambiar por el simple hecho de que Nalón tiene un microchip a nombre del procesado.

El debe ser devuelto a su tutor, a menos que éste lo rechace, algo que nos hace pensar realmente que algo está fallando en el sistema judicial español.

La parte más incomprensible, es que la justicia lo inhibió de tener animales a su cargo, entonces, a pesar de que tenga el microchip a nombre del sujeto, éste, estaría inhabilitado de tener animales, a pesar de que esos animales tengan el microchip a su nombre.

Eso sería un razonamiento llano y lógico que la justicia debería aplicar, pero aparentemente se están basando en que los animales son “semovientes”, es decir “cosas propiedad de” y aparentemente en ese sentido estarían tratando el caso, porque de otra vía, realmente es algo totalmente antagónico legalmente que se le prohíba al maltratador la tenencia de animales y que solo porque Nalón está “a nombre de” legalmente es una "cosa" que le pertenece y deben devolvérsela, aunque esa cosa sea un animal, para el cual está inhibido de poseer.

Ahora, ANADEL está haciendo todo lo posible para recaudar fondos y apelar la decisión de la justicia, para que Nalón pueda ser entregado para adopción.

“La decisión no satisfizo la parte demandante, viendo que el texto judicial establece que – el animal presenta un chip registrado a nombre del acusado y por tanto, debe ser devuelto a su tutor, a menos que éste renuncie a él-. ANADEL inició entonces una campaña para recolectar fondos para poder cubrir los abogados y apelar la sentencia", explicó la asociación a través de su cuenta en Facebook.

Las leyes deben acompañar el sentido común, no pueden ser aplicadas fríamente tomando la letra apenas, sin ver la situación que se juzga, porque es entonces que la administración de justicia, se vuelve injusta. Los agravantes de éste caso, la preservación del bienestar de un ser, que ya padeció horrendos maltratos a manos de la persona a la cual hoy la justicia intenta devolverlo, hablan muy mal del sentido común y de las intenciones a la hora de preservar la vida y no solo ver la "propiedad" y las leyes que la regulan.

Los animales podrán ser vistos legalmente como "cosas", pero no deben ser tratados como tales, sobre todo en un caso tan repulsivo de agresión, como lo fue el caso de Nalón, que casi muere a manos de la persona a la que hoy quieren devolvérselo.

Ayuda a ANADEL para cubrir los costos para defender al vida de Nalón, acercando tu colaboración AQUI

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