Cuando Baine nació, una pequeña cabrita enana nigeriana, los humanos que cuidaban de ella sabrían que serían muy pocas sus posibilidades de salir adelante…

Baine no podía mover sus patas delanteras, no lograba incorporarse. El problema era genético, había nacido con esa condición que le impediría de por vida estar de pie o caminar. Lucharon durante dos años por ayudarlo de alguna forma pero la condición no mejoraba…

Las personas que lo tenían, entonces se sintieron incapaces de darle todo lo que necesitaría, la atención especializada para un pequeño animal en desventaja física. Entonces se pusieron en contacto con Heartland Farm Sanctuary de Wisconsin para ver si ellos, serían capaces de darle un hogar para siempre.

Así fue como Baine se unió a la familia Heartland en Octubre de 2014, cuando apenas tenía 2 años de edad.

A pesar de los evidentes desafíos que éste pequeño tenía, incapaz de caminar, Baine se las arregló para moverse por todo el santuario, empujando hacia adelante sus tobillos delanteros.

A pesar de valorar su fuerza de voluntad, las personas del santuario vieron que sus ansias por movilizarse, le habían provocado úlceras por presión y entonces, decidieron vendarle sus tobillos y medicarlo para el dolor.

Sabiendo que lo que más quería el pequeño era moverse, y que a pesar del dolor que sentía haciéndolo, lo hacía de todas formas, el santuario logró conseguir para Baine una silla de ruedas que fue ofrecida por la Universidad de Wisconsin-Madison. El mejor regalo para Baine, llegó entonces en Mayo de 2015.

“Desde que correteaba por si mismo utilizando sus dos patas delanteras arrastrándose por el suelo, no le llevó mucho tiempo para averiguar que con aquel hermoso regalo que recibió, podía moverse por todo el lugar, sin sentir dolor” dice Jamie Monroe, director administrativo del Santuario.

“Nosotros le ponemos heno fresco delante, para incentivarlo a moverse con su carrito y que tome práctica” agrega

Monroe dijo que apenas en 1 día desde el primer día que fue equipado con su silla, Baine fue un principiante rápido, “el comenzó a recorrer el lugar de inmediato y no ha parado desde entonces”

Pero a Baine no solo le gusta dar paseos en su carro, sino que adora sus sesiones diarias de aseo, después de todo, “es el secreto del mantenimiento de su largo pelaje tan fabuloso” dicen desde el santuario.

“El se bañaba dos veces por día para mantenerlo feliz y limpio. Es una de las tareas favoritas del personal del Santuario y lo aman locamente” dijo Monroe.

Cuando Baine no está recibiendo tratamientos especiales, normalmente se lo ve paseando junto a sus amigas las ovejas.

MIRA AQUÍ LO "MAL" QUE SE LO PASA BAINE DURANTE SU HORA DE "SPA"

“Baine es un chico muy especial. A pesar de sus problemas físicos significativos, siempre está sonriendo y tiene una personalidad tan segura, feliz y despreocupado… El es una inspiración para muchos niños y adultos que visitan el Santuario, muchos que enfrentan sus propios desafíos físicos, o psicológicos y Baine les hace un bien enorme dándoles fuerza” dice Monroe.

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