Este pequeño oso, se vio afectado, como tantos otros animales por la basura que el ser humano arroja en sus hábitats y corrió a pedir ayuda en una carretera.

Este es el momento en que un oso negro desesperado, sale a la carretera pidiendo ayuda por tener una lata de café vieja y descartada, atascada en su cabeza y que finalmente es rescatado por conductores que, al ver la inusual escena y se detuvieron para ayudarlo.

Randy Rallo capturó las imágenes del oso de 45 kilogramos, de unos tres años aproximadamente, que se acercó como pudo a la carretera cercana a Tok, en Alaska pidiendo ayuda para librarse.

Rallo dijo que de inmediato que vio al animal, llamó al Departamento de Caza y Pesca, que por su parte informó que había recibido una serie de otras llamadas al respecto del oso, pidiendo para rescatarlo y que ya habían destacado una patrulla para eso.

Rallo y otros automovilistas, esperaron que los equipos de rescate llegaran. Uno de ellos mientras tanto intentó quitarle la lata, pero sin éxito, porque la agonía que el animal tenía, lo hicieron intentar subirse sobre el hombre que intentaba ayudarlo, por lo que fue necesario esperar hasta que los oficiales llegaran.

Rallo más tarde dejó el lugar, para continuar su viaje, antes de irse, pudo ver al pequeño escondido debajo de un vehículo, de los que había estacionado en la carretera para ayudarlo.

Luego de pocos minutos, el personal de vida salvaje, junto al biólogo Jeff Wells, llegaron a la escena para salvar al pequeño.

El equipo debió aplicarle un tranquilizante antes de utilizar tijeras para cortar metal cuidadosamente y retirar la lata de la cabeza del desesperado animal.

El pequeño, que estaba en buen estado de salud, recibió antibióticos para una pequeña herida que el dardo tranquilizante le había causado y se le etiquetó para mejor identificarlo y fue puesto de inmediato en libertad en el bosque cercano.

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Se cree que, probablemente el pequeño, quedó atascado allí mientras buscaba alimento y debido a que el aroma de la lata “sonaba interesante” metió su hocico para intentar comer algo y acabó atascado.

Y él tuvo la noción, a pesar de no lograr ver por la lata en su cabeza, de trasladarse hasta la carretera, donde había personas que pudieran ayudarlo a salir de esa angustiante situación. Wells señaló que los osos son comunes en la zona, pero que una situación como ésta él solo la había visto en los dibujos animados hasta ahora, pero que en la vida real era la primera vez.

También celebró la buena actitud de las personas, de detener la marcha, preservarlo de ser atropellado y de inmediato llamar los especialistas y no “improvisar” métodos que podrían haber lastimado más aún al oso.

Sobre todo porque, aunque la escena parezca del “Oso Yogui”, un oso negro de 45 kg aunque parezca pequeño, si se siente molesto o amenazado, puede llegar a hacer bastante daño aún sin maldad. También es un recordatorio triste de cómo la basura que arrojamos al medio ambiente, puede dañar y hasta que punto los animales, porque el oso tuvo la suerte de encontrar hombres de bien que se detuvieron, pero pudo haber sido atropellado por no ver.

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