Hay una leyenda que habla de un hilo rojo por el cual las almas destinadas a encontrarse, un día lo harán… tal parece ser la historia de Pickle y su salvador

Vivir en un país con una cultura tan diferente y tan cruel en contra del mejor amigo del hombre ya es algo muy duro, imagínate entonces encontrarte uno de esos inocentes animales que padecen ser tratados como la nada, y morir en las más crueles agonías, desesperado necesitando alguien que lo salve de morir y tu no tener siquiera donde poder acogerlo y cualquier persona del lugar a la que le pidas ayuda te la negará…

Desesperante verdad? Esto ha sido lo que vivió un buen hombre, llamado James, de nacionalidad americana que vive y trabaja en Corea del Sur. El se encontraba haciendo un recorrido a pie (senderismo) en las montañas con un amigo, cuando de repente, encontraron un desesperado perro, visiblemente nervioso y aterrorizado.

Sabiendo del país donde viven y de la cultura totalmente repudiable de comerse la carne de éstos animales, y además, estar en una zona en donde es sabido que hay varias “granjas” de cría y matanza de perros para consumo, ellos supieron que aquel inocente, de alguna forma había logrado escapar de morir y buscaba desesperadamente alguien que pudiera salvarlo completamente.

La situación de éstos dos amigos tampoco era tan favorable para poder ayudar al pequeño… el lugar donde alquilar no permite bajo ningún concepto la tenencia de animales y siendo como son las cosas en aquel lado del mundo, llevarlo escondido y violar las reglas del condominio, los exponía a una denuncia y quizás perder su visa de trabajo por ello.

Pero James no podía seguir adelante e ignorar aquel ser desesperado… eso definitivamente no estaba en sus planes, a pesar que su amigo le decía que lo dejara allí y que no se buscara problemas, James tomó el pequeño y llegando a casa, lo camufló dentro de su mochila y se metió a casa, pidiéndole al cielo que Pickle no ladrara ni gimiera nunca… y el pequeño no hizo ni un sonido en todo el tiempo que estuvo en su casa, más que mover la cola y lamer las manos de James una y otra vez! Y allí ya había salvado la vida del pequeño, pero quedaba la parte más difícil… cómo hacer para poder ayudarlo completamente? Era imposible mantenerlo allí camuflado para siempre y nunca falta un vecino con el corazón muy seco que podría denunciar…

Entonces decidió entrar en contacto por su celular, con la ONG de bienestar animal, Guardians of the Rescue International, desde que él sabía que ésta organización es activa en el rescate de animales en Corea del Sur, justamente de aquellos condenados en esa cruel industria de la carne de perro.

El envío el correo pidiendo ayuda y la organización no tardó en responder. Organizaron una urgente recaudación de fondos para salvar a Pickle (así fue bautizado) y en pocas horas, gracias que las personas colaboraron sin esperar que “alguien hiciera algo” ya se tenía el dinero para pagar el billete que garantizaba al pequeño, volar desde Corea del Sur, hasta San Francisco, California, Estados Unidos. Ese billete no significaba poco… significaba la vida de Pickle…

A pesar que James pasó menos de 1 semana junto a Pickle, se encariño tanto con El, que la despedida fue dura, llena de lágrimas, pero de felicidad. Él dice “salvar éste perro creo que me salvó más a mí como persona que a él… he aprendido tanto con todo esto…”

Pickle viajó rumbo a Estados Unidos desde Corea y ya, durante su vuelo, una familia estaba en 1º lugar para adoptarlo! ¿Podría haber un final mejor?

MIRA EL VÍDEO DE PICKLE A CONTINUACIÓN!!

Ahora este pequeñito se encuentra em suelo americano, junto a su familia, rodeado de amor y sin tener que escapar de crueles personas que quieran hacerle daño.

La organización ahora mismo necesita apoyo para volar otros dos cachorritos que están EN RIESGO en Corea del Sur, para salvarlos, POR FAVOR NO DEJES DE APOYAR DONANDO AQUI

James, a pesar de no poder, de tener todo en contra ACTUÓ y ARRIESGÓ un poco de su tranquilidad, para darle una oportunidad a Pickle de vivir. Esas actitudes de desapego de nuestro propio confort, para darle a un ser en inferiores condiciones que nosotros, su derecho a la vida y la felicidad, es una de las tantas facetas del amor desapegado, el amor más puro que existe!

El hilo rojo que unió a James y Pickle, exactamente en ese momento, no fue casual... Larga vida y muy feliz al pequeño Pickle! Y una vida llena de logros y felicidad para James… definitivamente se lo merece!

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