[SENTENCIA HISTÓRICA] Cazadores son condenados a 30 años de prisión por la muerte de más de 226 elefantes


La corte también ordenó que el marfil incautado, fuera confiscado y destruido, así como los dos automóviles que pertenecían a los cazadores.




Dos cazadores chinos fueron sentenciados a 30 años de prisión cada uno, o pagar una multa de 67 millones y medio de dólares en una de las sentencias más rigurosas ya aplicadas al castigo por la muerte de animales, especialmente elefantes utilizados para el tráfico ilegal de marfil.



La corte de Magistrados Residentes de Kisutu, Tanzania declaro que Xu Fujie de 31 años y Huang Gin de 51, son culpables de poseer ilegalmente 706 partes de colmillos de elefante. ada uno de ellos fue ordenado a pagar una multa de aproximados 67,5 millones de dólares, o pagar largos 30 años de prisión sin derecho a libertad condicional.


La prisión de los dos es lo último de una serie de rigurosos juicios que han logrado que varios chinos y tanzanos recibieran largas sentencias de detención. Esto parece ser una luz de esperanza en cuanto a la justicia impartida dentro de Tanzania, para desestimular la caza ilegal.

El Magistrado residente en servicio, Cyprian Mkeha, tuvo que cerrar la sesión de la corte a la mitad de su pronunciamiento de la sentencia, cuando uno de los acusados, Xu Fujie, casi se desmaya cuando oyó que pasaría más de un tercio de su vida tras las rejas.


La corte también ordenó que el marfil incautado, fuera confiscado y destruido, así como los dos automóviles que pertenecían a los cazadores. El Magistrado Mkeha también condeno a los dos ciudadanos chinos por intentar sobornar al policía y los agentes del departamento de vida salvaje cuando fueron a arrestarlos, ofreciéndoles alrededor de 20 mil dólares americanos.

Apenas por el intento de soborno, ellos pasarán 5 años en prisión y recibirán una multa de 600 dólares. Por otra parte ambos acusados fueron absueltos de la posesión de cartuchos de balas. Los abogados de la defensa, Edward Chuwa y Nehemia Nkoko, dijeron que apelarían la sentencia mayor, que es la que corresponde al tráfico de especies.


Los abogados citan una cantidad de “problemas” en la decisión del juez, incluyendo el hecho que el dinero que fue utilizado para sobornar los policías, no fue presentado como evidencia (y como podría si los policías no aceptaron tal dinero…). Ellos también argumentan que existieron diferencias en los informes sobre el número de colmillos de elefante, que se contabilizó en 706 colmillos, mientras que el número mencionado en juicio fue de 728.

El Juez Mkeha dijo que la corte quedó satisfecha con la declaración de 9 testigos de la acusación y las evidencias presentadas. “Considerando las evidencias presentadas en la corte y la enorme pérdida que Tanzania ha sufrido por la muerte de 226 elefantes, es obvio que los acusados son una amenaza real a la vida de los elefantes dentro de las fronteras de nuestro país” dijo el magistrado.


“Las evidencias producidas por los 9 testigos de la acusación probaron el crimen sin lugar a dudas” agregó. Los fiscales estatales Faraja Nchimbi y Paul Kadushi pidieron a la corte para que decidiera una sentencia severa, alegando que, entre 2010 y diciembre de 2013, un total de 892 elefantes han sido muertos en parques nacionales de Tanzania, inclusive parques que son reservas ecológicas y está prohibido el acceso mucho menos para cazar.



Los condenados entraron a Tanzania en 2010 y se quedaron allí durante 3 años hasta 2013 cuando ellos fueron arrestados en Kifaru Street, en el distrito de Kinondoni. El par se pasaba como importadores de ajo y exportadores de productos marinos. Los colmillos incautados fueron encontrados disimulados en bolsas de ajo en la casa donde ambos vivían.

Los terribles números de elefantes muertos en ésta carnicería (apenas entre 2010 y 2012) que financia el terrorismo
Apenas ellos dos han matado ¼ de los elefantes muertos en Tanzania en el período entre 2010 y 2013. Nchimbi dijo a la corte que había razones suficientes para creer que los dos chinos eran líderes del grupo y financiaban un sindicato de caza de elefantes en el país. La dramática prisión de los condenados fue realizada por el entonces ministro de turismo Khamis Kagasheki que encontró colmillos hábilmente mezclados con ajos para evitar sospechas.

Los colmillos que fueron incautados, pesaban 1,8 toneladas y tienen un valor aproximado a los 1500 millones de dólares. Los 706 colmillos significan alrededor de 226 elefantes muertos, lo cual es un crimen ambiental monstruoso. Investigadores encubiertos del departamento de vida salvaje, vecinos del par de asesinos, estaban entre las personas que testificaron en la corte.


Los investigadores trabajaron durante un mes siguiendo una pista entregada por una persona que Dio el alerta sobre colmillos de elefante que estaban siendo traídas desde Lindi, Mtwara y de las regiones de Ruvuma para Dar es Salaam y vendidas a los chinos en la ciudad.

Obviamente las cazadores se declararon inocentes durante la audiencia, pero cierto es que ellos son la parte “operativa” de toda ésta mafia, por encima de ellos están las personas que también deberían estar encarcelados de por vida, porque son los que compran y hacen de ésta carnicería un negocio.


El lucrativo mercado negro asiático para cuernos de rinoceronte y colmillos de elefante, utilizados en la medicina tradicional china (aunque ambas piezas lo único que tienen es keratina tal como nuestras uñas y el cabello, por ende NINGUNA PROPIEDAD ESPECIAL), SON RESPONSABLES POR ESTA CARNICERÍA QUE SOLO TENDRÁ FIN, CUANDO SE PERSIGA Y CASTIGUE CON IGUAL DUREZA QUE ESTE CASO, A LOS QUE FINANCIAN Y VENDEN, A QUIEN TRANSPORTA Y A QUIEN CONSUME EL PRODUCTO FINAL.


Además recordemos que detrás de éstas dos caras visibles, están terroristas que financian sus aberraciones con los lucros de la venta de vida salvaje, tal como informamos hace poco tiempo atrás, hasta Boko Haram se financia con la venta de colmillos de elefante y cuernos de rinoceronte, por lo que comprar una pieza de marfil, debería ser considerado legalmente, como financiación del terrorismo y castigado duramente, aunque apenas se posea una pieza de menos de 1cm de diámetro.

Poseer una pieza de marfil de elefante, debería ser catalogado de igual forma que poseer narcóticos, algo ILEGAL hasta ese punto, creemos que tratando de ésta forma esos productos, su posesión comenzará a ser más rechazada.

Si desea conocer más sobre las manifestaciones en contra del maltrato hacia los animales, así como movilizaciones por sus derechos puede dar clic aquí

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