Anna eran 14 kilos de dolor, con gusano del corazón, muy débil para levantarse, exhausta de tantas camadas que le habían hecho engendrar, pero tendría una oportunidad de vivir.
Apenas fue encontrada por los funcionarios de control de Animales del Condado de Carolina del Sur, Estados Unidos, vieron claramente que ella se había entregado a morir. Su poco espíritu era algo realmente de partir el corazón y de quedarse en Control de Animales, su final no estaría lejano.
Fue entonces que Heidi Shcermerhorn-Wagner conoció su historia a través de la página en redes sociales de control de animales y decidió ayudarla.
Ésta foto, fue del 21 de Abril de 2011, el día en que ésta sufrida perra con tanto dolor en su alma, conoció a Heidi.
“Yo sabía que la ayudaría de cualquier forma” dijo. En los 5 años siguientes, Heidi cuidó a Anna (así fue como la bautizaron) para devolverle la salud, espantó los demonios de su pasado y le dio muchas razones para vivir.
Y Anna devolvió todo por triplicado... En verdad, ella inspiró a Heidi a fundar una operación de rescate aquel mismo año, que se llamó Boxer Butts & Other Mutts (Rabitos de Boxer y Otros Mestizos) y por causa de Anna, Heidi al día de hoy, más de 3,000 animales han podido cambiar su vida, los cuales Anna ha confortado, amado y cuidado con una dedicación de verdadero amor.
Pero Anna también estaba cambiando... Un día ella fue diagnosticada con cáncer óseo en su pata delantera derecha y las radiografías revelaron que el cáncer se estaba esparciendo hacia los pulmones. Los médicos le dieron de tres a seis meses de vida… Heidi estaba devastada, pero… no contaba con todas las razones que Anna tenía para vivir.
Ya hace un año y medio de su primer diagnóstico y Anna aún reconforta y cuida a cada animal que llega a la casa de la familia y son rescatados de las peores situaciones.
“La mayoría de ellos llega a días de morir, pero ella no sale de su lado. A pesar de ella misma estar atravesando su enfermedad y sus peores días, ella aún continúa queriendo cuidar a los demás”
Hace pocos días, Anna se encontraba en un día bastante malo. Ella se recostó en el balcón, débil y apática, porque el cáncer aún está en ella… Fue cuando Izzy, la gata de la familia, se aproximó a Anna y gentilmente lamía su cabeza una y otra vez durante casi media hora.
Anna también había ayudado a cuidar a Izzy cuando ella llegó y estaba muy enferma hace algunos años. Y parece que Izzy jamás se olvidó de eso e hizo lo que pudo por devolver el cariño a su amiga Anna, quien era ahora, la que necesitaba ayuda” dice Heidi
“No voy a ninguna parte sin Anna. Ella es literalmente mi cuerpo y mi alma. De alguna forma puedo decir que la rescaté, pero, honestamente quien me rescató fue ella a mi. Ella me enseñó que no importa cuán malo sea tu día, la actitud es todo lo que tenemos y que nosotros siempre extenderemos la mano (o la pata) para un animal o persona que esté en necesidad”
Anna está pasando junto a su familia todo este tiempo de enfermedad y lamentablemente no hay nada que pueda curarla definitivamente, por lo que toda su familia humana y animal, se encarga de cuidarla, tanto como Ella los cuidó todos estos años.
Quieres ayudar a llevar un poco de la esperanza de Anna a la vida de otro animal? Considera hacer un donativo a Boxer Butts & Other Mutts AQUI.
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