¿Qué animal sientes que eres en espíritu? Con esa pregunta se iniciaba otra parte de una entrevista a Hilary Clinton, pero lo que ella respondería, emocionaría a todos.
Fue una pregunta casual y alegre que la producción del programa “The Ellen DeGeneres” colocó en Facebook para oír de las personas sus opiniones y no escatimó en realizar la misma pregunta a su invitada del día, la candidata demócrata a la presidencia de los Estados unidos Hilary Clinton, pero nadie se esperaría que la respuesta trajera una historia que pondría a todos realmente delante de una cruda y terrible realidad.
Clinton contestó “Pues me gustan mucho los elefantes, me encantan ellos, su majestuosidad, la forma en que la madre del clan vela por todos ellos”
Y luego unos segundos adelante, Clinton se enfocaría en una parte del aspecto de los animales, que no era tan alegre y que significaba una parte tremendamente oscura que ellos padecen.
“Lo que me rompe el corazón, es que están siendo cazados, asesinados por dinero y sus bebés quedan a la deriva solos delante de predadores sin siquiera tener nada con que defenderse”
Y fue entonces que ella contó una anécdota que la llevó a prestar más atención sobre la crueldad que los animales pasan y que la decidió a luchar con mayor fuerza en contra de la absurda matanza que los elefantes y otros animales sufren.
Ella dijo “una vez, me llamó un científico que conozco, que se encontraba en Kenia y lo que me contó por teléfono, me dejó con el corazón hecho trizas. Él había recibido el día anterior unas personas en su casa, en una especie de coctel en su balcón y ese balcón, daba a un estanque donde los elefantes se acercaban a beber” (…)
(…) “A medida que los invitados observaban fascinados el grupo de elefantes que se acercaba, uno de ellos miró fijamente a una de las mujeres presentes. El elefante se acercó y se dirigió específicamente a aquella mujer, la tomó de su brazo con su trompa con suavidad, pero la trajo hacia cerca de si, miró una pulsera que la mujer traía en su brazo, luego la miró profundamente a sus ojos y luego la soltó con la misma suavidad que la había tomado del brazo y se fue junto con su familia”
“El asunto de la historia y lo desgarrador, es que el brazalete que la mujer tenía, era un gran brazalete de marfil….”
Rangers intentando salvar un elefante que los cazadores habían herido |
(...) “Mi amigo me dijo que la mujer quedó petrificada porque por más que no fuera animalista, naturalista, estudiante de la vida salvaje, en aquella mirada, aquel elefante le pasó directamente al corazón toda la carga de información que necesitaba saber sobre cuanto sufrimiento fue necesario para que ella pudiera tener aquel artículo… tal es así que se sacó el brazalete, lo dejó encima de la mesa de mi amigo y le pidió que hiciera lo que tuviera que hacer con él” (…)
(…) “Mi amigo me dijo además que él sabía que el elefante sabía muy bien de que material aquel brazalete estaba hecho, el identificó a la mujer entre más de 100 personas… él se acercó seguramente para saber si aquel marfil era de un elefante que quizás podría haber conocido vivo y ahora ostentaba alguien en su muñeca como artículo de lujo”
Elefantes huérfanos a causa del tráfico de marfil |
Clinton prosiguió diciendo que, a pesar que hay una prohibición internacional sobre el comercio de marfil, los elefantes siguen muriendo por sus colmillos. Algunas estimaciones sugieren que un elefante africano es asesinado cada 15 minutos, eso son unos 100 animales por día y si las tendencias actuales continúan, el elefante africano podrá ser extinto antes del 2020… y no faltan nada más que 4 años para eso…
Listados como vulnerables en la lista Roja de la UICN, hay menos de 470 mil elefantes africanos restantes, y hasta un 8% de esa población es asesinada cada año.
Clinton finalizó diciendo “Estos son los tipos de historias que cuando las personas que trabajan con los animales, en éste caso elefantes, me dicen, por amor de Dios haz todo lo posible por detener éste baño de sangre y así lo haré, porque a mí también me gustan los animales y reconozco sus derechos”
Fuera de la apreciación política al respecto de Clinton, al menos en cuanto a los animales, su postura es clara y ojalá muchos presidentes en el mundo pudieran copiar la iniciativa y la conciencia demostrada por ella… realmente los elefantes están a borde de lo tolerable y medidas urgentes deben ser tomadas, por políticos conscientes del respeto por la vida animal.
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