La elefanta más antigua de Japón, murió a los 69 años en su prisión de concreto a pesar de una campaña internacional desesperada por liberarla de su criminal encierro en el Inokashira Park Zoo de Japón.

Durante años, aquellas personas que verdaderamente tienen la condición humana en su corazón, lucharon por liberar a Hanako o al menos intentar darle una mejor condición de vida; sin embargo, el soberbio y deshumanizado gobierno Japonés nunca escuchó.

Ya el año pasado publicamos a modo de súplica, la necesidad imperiosa de liberar a la elefanta de su prisión de solo hormigón donde estuvo 67 años de su vida. Más de medio siglo tuvo una existencia solitaria dentro de cuatro tormentosas paredes de concreto en Inokashira Park Zoo en Tokio, Japón. Uno de los zoológicos más crueles del mundo.

Hanako fue robada de su madre y trasladada en 1949 desde Tailandia a Japón como un "regalo" cuando tenía sólo dos años de edad, para llegar al terrible lugar que "se convertiría en su prisión de por vida."

En el colmo de la ironía, como suelen hacer todos los zoológicos para engañar a las personas ignorantes o indiferentes al padecimiento animal, cada año "celebraban" su fiesta de cumpleaños y la Embajada de Tailandia llevaba fresas frescas todos los años para ella. Sabiendo lo que se venía esto se canceló en marzo.

La elefanta deprimida necesita asistencia médica, el Japan Times informó que ella perdió tres de sus cuatro dientes hace unos 30 años y, como resultado sufría de dificultades digestivas y estreñimiento.

Un portavoz del zoológico, en las afueras de Tokio, dijo que la encontraron acostada de lado el jueves por la mañana.

Hanako se debilitó gradualmente y había estado comiendo menos en los últimos meses

En su blog, uno de los visitantes al zoológico, Ulara Nakagawa, lo describió como "uno de los zoológicos más crueles y más arcaicos en el mundo moderno."

"Totalmente solo en una pequeña, estéril, caja de cemento sin ningún tipo de comodidad o la estimulación proporcionada, ella se quedó allí casi sin vida como una estatuilla."

"No había absolutamente nada más para que ella haga. Fue algo muy doloroso ver como tomaba una cuerda sin saber que hacer."

En todas estas décadas, millones de japoneses financiaron el infierno de Hanako asistiendo al zoo.

Casi medio millón de firmas pidiendo su liberación al primer ministro japonés Shinzo Abe fueron en vano. Realmente no se puede esperar nada bueno de un gobierno que asesina delfines, ballenas y más animales de las formas más salvajes y sanguinarias para luego cobardemente mentir diciendo que son con fines de investigación.

Perdónanos Hanako, por no poder sacarte de tu prisión de concreto que fue tu calvario durante tantos interminables años, perdónanos por pertenecer a la raza de aquellos salvajes, hipócritas y egoístas que nunca priorizaron tu vida antes que su soberbia de creerse los dueños del destino de los animales no humanos.

Lo único bueno, es que hoy ya eres libre y por fin, estás descansando en paz despues de tanto mal. Nunca serás olvidada!