Un jóven de 22 años está siendo acusado de crueldad animal, luego de que fuera denunciado por el veterinario que atendió a su perro notoriamente maltratado.

El joven, llamado Anthony Jamal Kidd, llegó a la clínica veterinaria con su perro cargando y de bastante mala gana (según declaró el veterinario). Cuando el profesional pudo revisar al pequeño perro, constató que además de tener un ojo visíblemente hemorrágico, tenía sangrado nasal y un diente roto.

Todo éste hecho sucedió en Bradenton, condado de Manatee, Florida, Estados Unidos. Allí, los veterinarios pueden (y deben) denunciar inmediatamente éste tipo de situaciones y así lo hizo éste profesional.

La Policía llegó al lugar inmediatamente y puso bajo arresto a Kidd, lo trasladó al cuartel de Policía, mientras el pequeño perro quedó siendo atendido por el veterinario en su clínica.

De acuerdo con el Departamento de Policía de Bradenton, Kidd cuando fue interrogado, negó haber maltratado al perro, pero más tarde, luego de presionarlo para que dijera la verdad, aceptó hacerlo y confesó que "Estaba con rabia del animal, el hizo sus necesidades dentro de casa. Entonces lo golpee y lo arrojé a la calle. Una vecina me vio y tuve que ir a buscarlo y llevarlo al veterinario para que no me denunciara y de todas formas aquí estoy"

Anthony Jamal Kidd

Kidd fue llevado luego de su declaración a la cárcel del Condado de Manatee, acusado de torturar un animal intencionalmente, su fianza fue fijada en 1,500 dólares y de no poder pagarla (lo que argumentó), deberá permanecer allí hasta que sea establecida la fecha de su juicio para dictar sentencia definitiva por el aberrante crimen que cometió.

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