La familia se encontró con un panorama desolador, pero entre tanto dolor, lograron hacer lo que muchos quizás ni intentan... La información en la noticia

La familia de Maria y sus hijas Abby de 17 años, Anna de 15 y Alaina de 11 viven en Turquía y son amantes de los animales, ellos donaron tiempo para trabajar en el refugio local de Ankara y lo que vieron allí al llegar realmente fue un panorama desolador.

Alaina no pudo contener las lágrimas. Vieron filas y filas de jaulas llenas de animales languideciendo en aquel terrible lugar, sin oportunidad, probablemente sin un futuro, solamente pasando los días en terribles carencias. Habían al menos 20 perros en cada jaula, en un total de 4,000 perros en todo el lugar!

La familia llevó 6 bolsas grandes de comida para perros que apenas alcanzarían para algunos pocos. Los animales estaban muriendo de hambre, el personal era incapaz de mantener a todos o siquiera buscar una vía de poder hacerlo mejor.

En el refugio tampoco contaban con un cronograma de vacunación adecuado, alguna vez vacunaron contra la rabia, muy rara vez vacunaron contra el distemper (moquillo) lo que resultaba que, cuando un animal se infectaba del virus, era realmente una calamidad de animales muriendo uno detrás del otro a causa de ésta enfermedad.

Los 3 hermanos de una perrita llamada Faith, fueron algunos de los cachorros que murieron a causa de las pésimas condiciones de aquel lugar. También muchos estaban enfermos de moquillo, como se sabe es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite fácilmente por el aire especialmente en condiciones de hacinamiento y necesita ser controlada con vacunación e higiene. Algo que con 4,000 animales a cargo, parecía una verdadera utopía.

Cuando la hija de María vio a Faith y sus hermanos cercanos a la muerte, se los llevó a casa para que pudieran morir en paz al menos y no pisoteados o mordidos por los otros cientos de animales desesperados de estrés y encierro.

Sin embargo, Faith, la más pequeña de aquella camada de perritos no desistiría de la vida tan fácil, menos cuando sentir un hogar por primera vez había sido tan bello.

Se estima que un 80% de los cachorros que tienen moquillo y llegan a la etapa neurológica como llegó Faith, sucumben rápidamente a la enfermedad, sin embargo, y verdaderamente por un milagro desde el amor, Faith fue capaz de recuperarse casi completamente.

Perdurarán en ella siempre las secuelas físicas de lo que le sucedió, porque el moquillo deja sus marcas, y los recuerdos del refugio en Faith son fuertes, aunque cada día en casa, hacen que aquellas épocas sean cada vez más distantes y al final del día, ella, como cada perro en éste mundo ofrece a cambio de casi nada, el amor incondicional por su familia y la gratitud porque le devolvieron a ella su propia vida.

Faith cumplirá su tercer año de vida junto a la familia y desde aquel día que llegaron al refugio de Ankara, todas se han dedicado a ayudar a cuantos más puedan como les sea posible. Ellas alimentan y proporcionan asistencia médica cuando es necesario, a más de 50 perros sin hogar cada día, saben que hay muchos más, pero si cada uno hiciera un poco, ellas creen que poco a poco se hace la diferencia.

Nos nos olvidamos que quedan más de 4,000 animales en aquel refugio esperando y necesitando nuestra ayuda en Ankara. Una de las ONG que se encuentra coordinando la ayuda para éstos inocentes animales se llama Haykod Foundation y encarga de los refugios de Gölbaşı, Mühye and Kızılca.

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