Un dramático momento se presenció ésta semana, cuando un hombre y su perro lucharon por su vida, luego de caer en un lago helado. Más información en la noticia aquí

Una cámara filmó el terrible momento vivido por éste par de amigos, cuando ambos intentaban desesperadamente salir de las congeladas aguas del lago de Oblast en Moscú, Rusia.

Según los medios locales, el hombre estaba intentando atravesar el lago, confiando que el hielo estaba bastante grueso, por lo que jamás pensó que podría romperse. Ésta tontería de ir por el medio del lado en vez de bordearlo, casi le cuesta la vida no solo a él, sino también a su perro.

El dramático vídeo, muestra los desesperados intentos del hombre por ponerse a salvo en la superficie más rígida, mientras su perro, lucha igualmente por salir a flote detrás. En un momento el hombre logra salir y viendo que su perro no lo lograba, se metió de nuevo al agua para empujarlo desde abajo y así ayudarlo.

Logran entonces salir del primer hoyo ambos, y el hombre (con un poco de lucidez) trata de alejarse del lugar tal y como se debe salir de éste tipo de situaciones, dividiendo el peso del cuerpo en la mayor superficie posible, es decir, echado en el suelo y moviéndose rampando.

El perro había salido antes que él del agua y llega a ayudarlo, jalando de su propia cuerda. En determinado momento, una mala decisión, nuevamente pone tanto al hombre como al perro sumergidos en otro hoyo, porque el sujeto decide ponerse de rodillas sobre el hielo, provocando que se rompiera de nuevo.

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Caen de nuevo ambos al agua y de nuevo una lucha por salir de allí ambos. Lo más insostenible del vídeo es que en la margen del río, había una persona QUE NI SE MOVIÓ POR AYUDAR!

Ya en la caída del segundo hoyo, la profundidad del lago era menor y fue menos difícil salir porque el hombre ya hacía pie, pero la impasividad tanto del sujeto en la margen del río que solo observaba, como de la persona que estaba filmando que solo filmaba, es algo, por decir lo menos asustador, porque ninguno de los dos hizo nada, ni siquiera se los ve tomando sus teléfonos para llamar a emergencias.

Al final de toda ésta agonía, ambos, logran ponerse a salvo en la orilla, mojados, congelados, pero vivos gracias a su voluntad de sobrevivir (lamentablemente no gracias a nadie que los ayudara).

Con suerte ambos llegaron a casa sanos y salvos, pero con una lección muy bien aprendida para éste hombre "mas vale perder 10 minutos en la vida, que perder la vida por intentar ganar 10 minutos"

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