Si alguna vez se preguntó cómo son los rostros de los perros cuando interactúan felices entre ellos, ahora tiene la respuesta gracias a una perrita rescatada y su ingeniosa dueña.

A Susie Kixmoeller, una adolescente de 17 años, se le ocurrió la manera de captar las mejores imagenes de diversión canina cuando puso una pequeña cámara GoPro en el cuello de su amada perra llamada Tula durante una de sus visitas cotidianas al parque. Los resultados fueron excepcionales.

A medida que la perrita de cuatro años disfrutaba de su paseo por el bosque, sin darse cuenta capturó su interacción con todo tipo de compañeros caninos, que van desde los hiperactivos hasta los más simpáticos y amistosos.

Cada fotografía refleja el carácter lúdico de ese momento de una forma realmente especial.

La cámara GoPro Hero4 Sesión, montado en el arnés de Tula, tomó una fotografía cada medio segundo - lo que significa una visita de una hora en el parque produjo más de 7.000 fotos de adorables perros que juegan entre sí, con sus juguetes y todas las formas posibles de diversión.

Susie, de White Bear Lake, en Minnesota, dijo: "Siempre me ha gustado tomar fotografías de los perros que interactúan. Sin embargo, el proceso fue frustrante, porque nunca estaba en el lugar correcto en el momento adecuado, por lo que siempre se perdería el momento perfecto."

"Es difícil conseguir fotos de perros en el parque, porque tan pronto como uno se acerca dejan de interactuar. Una vez que Tula tiene la cámara encendida, no se dan cuenta en absoluto."

Tula, quien fue encontrada abandonada a un lado de la carretera en una jaula de pájaros, fue adoptada por los Kixmoellers quienes le dieron una segunda oportunidad de vida como parte de su familia, pero también se convirtió en un perro de terapia y trabaja con el padre de Susie, llamado Ken, en el hospital de niños local .

A continuación vea más fotos de la fotógrafa Tula:

Susie espera que su increíble trabajo de fotografía con Tula ayudará a crear conciencia para adoptar a los perros de los refugios y rescatarlos de las calles, así como los programas de perros de terapia que son de gran ayuda para las personas convalecientes o que necesitan de un estímulo anímico para su tratamiento y recuperación.

Siempre nos emociona saber y ver que seres víctimas del maltrato de gente inhumana tienen una segunda oportunidad de vida, teniendo la vida que se merecen con una familia que realmente los ame.

Siempre hay una vida desamparada y necesitada de su ayuda, pero depende de usted hacer la diferencia dejando de lado la indiferencia y las excusas, porque cuando se quiere siempre se puede ayudar de alguna manera.

No compres animales, adopta un amigo con amor y responsabilidad.

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