Los prejuicios y la discriminación están a la orden del día, pero da mucho gusto cuando se dan de frente con un ser humano que hace lo que tiene que hacer. Conoce los detalles aquí

Sucedió en un autobús articulado de la Empresa Malagueña de Transportes, en su Linea 3 entre Puerta Blanca y El Palo, cuando un hecho inusitado, absurdo y despreciable se sucedió en medio del horario de trabajo del chofer Guillermo López, de 36 y gran aficionado al ciclismo, que nunca se había enfrentado a una falta de sensibilidad y humanidad como la que vivió.

Fue un pasajero, que al subir al transporte, a la mitad de su recorrido habitual, exigió que no permitieran el acceso del perro guía de una mujer invidente que se encontraba ya como pasajera del bus, con todo el derecho que la ley le asiste de llevar consigo a su perro en todas partes.

Todo ésto sucedió caída la noche, en el entorno de las 22:00 horas. la mujer se encontraba en el asiento destinado para pasajeros especiales y su perro se encontraba correctamente debajo del asiento, apenas notándose su presencia allí. Cuando el hombre subió y vio al perro, increpó al chófer a que bajara al perro y su dueña del vehículo, que el no viajaría con un perro en el bus. "El animal casi ni se veía. Le expliqué que era una clienta habitual que tenía todo el derecho a viajar con el perro, que tenía la documentación en regla, pero fue imposible convencerlo", explica el conductor.

Cuando el hombre escuchó al chófer y la explicación que le dio, no cesó en su arremetida y su reacción se volvió aún más vehemente exigiendo que el perro y su dueña se bajaran a los gritos. El sujeto alegaba que su mujer, como él, eran alérgicos a los perros y lejos de entender razones, o ver que el bus tenía otros 18 metros donde poder colocarse sin necesidad de estar tan cerca del animal, el se negó a ir a otro sitio y siguió con su arremetida. Fue entonces cuando la reacción de todo el bus, incluido el chófer se desató.

Foto Ilustrativa

El pasaje estalló de ira y la joven invidente rompió a llorar. "Ahí abro la puerta del autobús y lo echo, y le digo que si no se va llamo a la policía", explica el conductor antes de añadir que la chica hizo el amago de salir para evitar el conflicto: "Le dije que ni se le ocurriera bajar del autobús"

La indignación se convirtió en júbilo cuando las treinta o cuarenta personas que ocupaban el autobus vieron que se ponía en marcha y que la pareja se quedaba en la acera de los últimos metros de la Alameda antes de llegar a la plaza de la Marina.

Guillermo dice "No hice nada que no hubiese hecho cualquiera de mis compañeros, pero reconozco que la reacción de los pasajeros fue muy reconfortante. Me encantó".

Nosotros pensamos igual que Guillermo, pero en la realidad es que personas como Guillermo no abundan y callan delante de abusos como el que éste sujeto y su mujer intentaron cometer contra una persona con una discapacidad particular y contra su perro, que en definitiva son sus ojos para poder caminar.

El Servicio Público de Transporte Urbano Colectivo de Viajeros de Malaga permite el acceso de los perros guía desde hace muchos años. "Así consta tanto en el reglamento como en los indicativos que hay en el acceso a los vehículos", dijeron desde la empresa.

La Ley permite que perros guía acompañen a sus dueños en el transporte público

De hecho, desde la empresa recuerdan que la EMT es "pionera" en lo que se refiere a la atención de invidentes, ya que tiene patentado un dispositivo "que acciona un sistema de información por voz en las marquesinas y dentro de los autobuses para que los invidentes sepan cuando su parada se acerca".

Repudiamos enfáticamente la discriminación, la agresión, el intento de burla de los derechos ajenos y el maltrato a los animales. Este hombre se negaba a compartir un vehículo de transporte público con un perro, pero la verdad es, que consultadas las más de 40 personas en el bus, ninguno de ellos quería compartir el bus con semejante persona retrógrada y discriminadora y preferían si hacerlo con un noble perro, con tantos derechos como cualquier ser vivo que allí estaba ayudando a una humana que tiene una de sus capacidades más importantes afectada, la visión.

No mantengamos el silencio ante el atropello de los derechos, aunque no nos afecte directamente, cualquier persona que intente soslayar los derechos de otra persona, el día de mañana puede intentar soslayar nuestros propios derechos.

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