Un despreciable policía, abusando de su porte de arma, de la placa y de la fuerza, ha cometido una atrocidad que tiene en shock toda una ciudad. Más información en la nota

En un acto de desprecio, prejuicio, violencia y abuso de funciones sin precedentes, un oficial de Policía de Nueva York, fulminó de un disparo en la cabeza a Spike, un perro familiar que apenas le movía la cola y no representaba peligro alguno.

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Spike, el pequeño de 4 años de Yvonne Rosado, era un perro tranquilo, Pitbull pero con el temperamento de un labrador, el perro más bueno del barrio, todos lo querían, jamás tuvo un problema ni con sus vecinos, ni con otros perros, en ninguna parte donde Spike iba causaba problemas o siquiera mostraba los dientes.

El oficial de Policía Ruben Cuesta llegó al condominio ubicado en el E. 183º St., en el Barrio de Bronx, Nueva York, el pasado 13 de febrero donde vivía una persona que había llamado por una denuncia de violencia doméstica en una casa vecina a la de Spike y su dueña.

A causa del escándalo que se daba en la casa al lado, Yvonne abrió la puerta para ver que sucedía y en ese momento, Spike se deslizó hacia fuera de la casa, pero sin atacar, nada más moviendo su cola y caminó, sin arrojarse, en dirección al Policía Cuesta que ya empuñaba su arma en mano apuntándole a Spike.

Spike movía su cola, ni siquiera estaba ladrando, su dueña le gritó al Policía "es amigo, no muerde no dispares!" y éste infeliz despreciable disparó a quemarropa directo a la cabeza de Spike, causándole la muerte en apenas un par de minutos.

La escena continúa con Yvonne saliendo desesperada de su casa, apenas vestida para saber que había sucedido y al ver a Spike tendido en el piso tuvo una crisis nerviosa, arrojándose encima del perro, moviéndolo para que "despertara", la dramática escena es que el pequeño, movió su cola hasta el último minuto de su vida, oyendo la voz de Yvonne a su lado, hasta que en un momento su cola deja de moverse y muere.

Cuando ella se levanta, se ve el tamaño del charco de sangre en el que estaba Spike, tuvo una crisis nerviosa lo abrazaba, se levantaba se alejaba, volvía, lo tomaba en brazos, se recostaba encima de el, toda impregnada en la sangre de su amado perro que un infeliz (porque no podemos llamarlo de otra forma) acababa de matar sin el más mínimo motivo para hacerlo.

Yvonne de 42 años en un momento de rabia, cuando vio la cara del Policía que había disparado sobre su perro, se arrojó encima de él llena de rabia por lo sucedido, y en ese momento, vinieron encima de ellos a golpes y tumbándola en el suelo 2 policías más además de Costa... vale recordar que la mujer apenas tenía puesta su ropa interior... no tenía arma, no tenía nada escondido con que lastimar a nadie y aún así la golpearon contra el suelo y los escalones de la misma escalera que escurría la sangre del inocente Spike.

A CONTINUACIÓN LA GRABACIÓN DEL CCTV DEL EDIFICIO CON EL REGISTRO DEL CRIMEN

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Pero la falta de respeto de la Policía de Nueva York no paró por allí, sino que ahora, se le exige el pago de USD 265 dólares para entregar las cenizas de su perro y deberá pagarlo antes del día viernes.

Yvonne, que tiene 42 años y es madre soltera, dice "Yo no debería estar pagando para que me den las cenizas de mi perro. El no debería estar muerto para empezar"

El hecho solo quedó claro al ser revelado el vídeo (porque los Policías alegaban conducta agresiva del perro para limpiarse las manos), que el hecho fue un abuso de fuerza, un exceso de violencia y un hecho de maltrato animal sin lugar a dudas, porque ultimaron un animal que no representaba amenaza alguna y que hasta el último suspiro se mantuvo moviendo la cola.

Pet Haven, un servicio funerario para mascotas se encargó de la incineración del pequeño de 4 años de edad y está a la espera del pago para la liberación de las cenizas de Spike a su dueña, según dice el dueño del lugar Lewis Clark.

El dice que, el viernes la Policía llegó allí con una caja de cartón con el pequeño fallecido pidiendo que lo incineraran. El manifestó de todas formas estar dispuesto a entregar las cenizas a Yvonne a pesar que ella no pueda pagar, porque supo lo que pasó, lo vio en los medios y su indignación con la Policía es bastante elevada.

Pensamos que tanta prisa en la incineración, solo habla de que la Policía intentó desaparecer las pruebas de que el animal murió por lo que murió... pero por suerte existen los CCTV que registraron TODO.

"Creo que la Policía es quien debe pagar la factura por ésto. Creo que lo más importante es que dejen de dispararle a gente y a los animales inocentes como "prevención", ahora todo es prevención según ellos y disparan sin decir ni buenas tardes, más de una persona y ni hablar animales, han acabado muertos con balas en el cuerpo por "prevención" o por la excusa que siempre ponen, de que la persona o el perro los atacó, pero en éste caso, es doble crimen porque Spike estaba moviéndole la cola y ni siquiera la ladró..." dijo Clark

La Policía de Nueva York está investigando el tiroteo para determinar responsabilidades. Cuesta, de 28 años, que se encuentra dentro de la Policía de Nueva York desde 2008, no pudo ser localizado para dar su declaración.

Yvonne dice para finalizar "Spike no se arrojó sobre el, inclusive cuando se me zafó hacia fuera yo le dije que el perro era amistoso que no lo mordería, pero el ni siquiera esperó y lo mató allí mismo delante de mi y mientras se desangraba en mis brazos, se largó simplemente para luego volver y acabar golpeándome a mí"

Esperamos que la Policía de Nueva York no deje impune éste hecho, ni que intente proteger el salvajismo cometido por Ruben Cuesta. Ese tipo de personas, con una predisposición a disparar tan alta, son un peligro para la sociedad, más que una seguridad.

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