Foto: AP/Lee Jin-man

Haciendo la diferencia! Más de 200 perros hoy reciben el amor y cuidados que nunca antes recibieron gracias a una noble mujer que los salvó del cruel consumo de carne de perro en Corea del Sur.

Esta gran mujer de cabello gris y enorme corazón se llama Jung Myoung Sook y vive en Corea del Sur, el mayor país de crueldad por el consumo de carne de perro del mundo.

Desde hace 26 años, esta heroína que hoy tiene 61 años, se conmovió por la terrible situación que viven los perros en su país y decidió hacer la diferencia y demostrando su humanidad hace todo lo posible por ayudar a cuanto perro sin hogar veía en las calles o en las terribles granjas.

Foto: AP/Lee Jin-man

Tanto ha sido su amor por los perros que se ha visto obligada a mudarse siete veces de casa, debido a que los vecinos insensibles y carentes de cualquier empatía con los perros, se quejaban por el ruido o por lo que sea.

Foto: AP/Lee Jin-man

Pero eso no detuvo a Jung, quien sigue tratando de salvar más vidas de un cruel final en un país donde desde hace muy poco y lentamente algunas personas están considerando a los perros como mascotas aunque lamentablemente muestran preferencia por los perros de "raza".

Sin lugar a dudas el noble ejemplo de esta gran mujer está logrando hacer reflexionar a más personas para que rescaten su lado humano en favor de la vida animal.

Foto: AP/Lee Jin-man

Hoy ella vive en una ladera donde protege, cuida y ama a más de 200 perros sin hogar. No hay más que verlos para darnos cuenta que ellos adoran a su salvadora.

Si usted pensó que Jung es una mujer que cuenta con muchos recursos económicos se equivoca. Este ángel de los perros es muy pobre, cada día se dedica a limpiar una tienda y reciclar cajas de cartón para ganar un poco de dinero. Luego sale a buscar desperdicios de los supermercados y todo lo que pueda servir para alimentar y cuidar a todos sus hijos caninos.

Foto: AP/Lee Jin-man

La mayoría de los perros viven con ella para siempre aunque siempre trata de encontrarles un hogar las adopciones (tan necesarias) son pocas. Ella dijo a AP que gasta alrededor de US $ 1,600 dólares al mes en alimentos y medicinas, por lo que depende de las donaciones de leche de soja, comida para perros y carne enlatada que su propia familia, amigos y a veces extraños envían su dinero.

Park Hye-soon, dueño de un restaurante local, ha dado a Jung alimento sobrante durante cuatro años.

"Ella sólo vive para sus perros, sin hacer mucho por sí misma." dijo.

El albergue de Jung abrió sus puertas en 2014 y esperamos que siga proporcionando una oportunidad de vida a tantos perros sin hogar, condenados a una cruel vida y final. Oremos porque así sea.

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