La historia de Siberia y Alaska tocará tu corazón. Esta madre y su hijo cuyo amor los protegió luego del abandono. Conoce su historia aquí

Cuando traes un animal a casa, es de suponer que estás de acuerdo en cuidarlo bien y protegerlo. El animal no es algo que puedas botar fuera cuando de repente decidiste que no te "sirve más" o que "tu casa es pequeña", etc. Cuidarlo como se merece, es lo que se espera de cualquier ser humano con corazón... pero...

Infelizmente muchas personas sin él, piensan de ésta forma simplista y resumida y abandonan sus animales, condenándoles a vagar por las calles y carreteras en busca de sobrevivir, donde muchos padecen días, meses e inclusive años de hambre, frío, sed, maltrato... luego de haber conocido el calor de un hogar...

Este cachorro lindo, un Husky y su mamá, fueron rescatados una noche congelante vagando moribundos uno al lado del otro, por una carretera de mucho tránsito en la ciudad de Bourgas en Bulgaria. Ambos habían sido evidentemente abandonados...

Felizmente no todos los que por allí pasaron fueron indiferentes y personas de bien se detuvieron y les dieron la segunda oportunidad que ellos merecían.

Primero, ellos apenas habían notado al cachorro deambulando, pero enseguida, cuando intentaron agarrarlo, el corrió junto a su madre que estaba ya echada para morir, delgada, desnutrida y enferma a un lado de la carretera.

Ella también precisaba desesperadamente de un tratamiento en su piel. La sarna y las heridas cubrían completamente su cuerpo esquelético. A pesar de todas las pruebas que debieron pasar, lo hicieron juntos como madre e hijo y el amor entre si los fortaleció para aguantar lo suficiente hasta que el milagro de su rescate sucediera.

Luego de su rescate, fueron transferidos a la Fundation of Friends of Animals en Bourgas, Bulgaria, donde recibieron la merecida atención y cuidados.

Al inicio, ellos eran un poco tímidos, pero no tenían miedo de conocer personas nuevas. Entonces decidieron batutizarlos como Siberia (a la mamá) y Alaska (el pequeño). Pasando los días, los medicamentos y una buena alimentación ayudaron a que ellos ganaran peso y su pelaje hermoso volviera a crecer.

Luego de curados y en buenas condiciones, no fue difícil para ambos encontrar un hogar y lo mejor de todo es que se fueron JUNTOS a su nueva casa, donde recibirán todo el amor y cariño que tanto tiempo les negaron.

Alaska, como buen Husky feliz, aúlla en el fondo de su nueva casa de la alegría que siente al sentirse querido y protegido. Por su parte Siberia hace lo que es más común en nuestros pequeños amigos, jugar con juguetes!

Los animales no son cosas u objetos decorativos que podemos usar y deshacernos cuando nos convenga. No son juguetes, no son regalos, son seres vivos que merecen respeto y cuidados desde el día que los adoptamos hasta el último día de sus vidas a nuestro lado. Los objetos no tienen corazón ni sentimientos, los animales tienen ambas cosas.

Jamás abandones un animal, el jamás haría algo semejante contigo.

El caso de Siberia y Alaska hoy lo podemos contar con un final feliz, pero por un caso con final feliz, existen miles que tienen el peor de los finales luego de ser abandonados en la calle.

Adopta de refugios, no compres animales

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