Una emotiva historia que te contábamos en setiembre se complicaría, pero afortunadamente el final no ha sido triste. Conoce la historia a continuación
La desesperación esta haciendo que miles de sirios dejen toda su vida y posesiones mientras huyen de la violencia en su país y una familia, la formada por Al Kadri de 26 años y su esposa Nadia ha llevado consigo a su amada gata. Las imágenes del momento en que llegaron todos juntos a la isla de Lesbos en Grecia son realmente conmovedoras.
Nunca se abandona a nuestros seres queridos |
Los medios de comunicación griega dijeron que ésta familia llegó a Europa con prácticamente nada, pero no podía haber dejado atrás a Zaytouna, que en árabe significa oliva.
Cuando llegaron al campo de refugiados, no todos los problemas acabarían allí, porque Zaytouna fue confiscada por el gobierno y alejada de ellos para ser puesta en cuarentena. Ésta familia, que no habla más que su idioma natal, no sabía como ni cuando ni si sería posible que devolvieran a su amada hija de cuatro patas. Dijeron "No tenemos hijos aún, solo tenemos Zaytouna, precisamos recuperarla"
Fueron meses de angustia pensando que el final hubiera sido trágico para su amada gata porque lo que sabían era que "en la mayoría de los casos cuando las personas traen sus animales de compañía desde Siria, ellos matan los animales por el miedo de enfermedades que vengan de los otros países"
Pero a mediados de diciembre, solo hace algunos días, sin ningún aviso un funcionario del gobierno apareció en su puerta junto a Zaytouna.
"Yo no se como logró salvarse, pero ella está saludable y con nosotros, no podría sentirme más feliz, hace mucho tiempo que no siento semejante felicidad"
Debido a las condiciones peligrosas en el campo de refugiados, Al Kadri y su esposa huyeron del mismo y buscaron refugio con activistas de inmigración alemana en una ciudad próxima. Los activistas los ayudaron a encontrar un departamento donde viven sin que les cobren alquiler y con ayuda financiera de otros amigos alemanes y austriacos que hicieron durante su larga jornada.
Al Kadri tuvo sus dos pies quebrados en Siria, ambos no están totalmente curados y por las fotografías que han podido conocerse de él, el hueso aún está visible. Los hospitales locales dicen que él no puede recibir atención médica hasta que le sea dado un seguro de salud por el gobierno alemán. Hasta entonces ellos están viviendo a partir de la bondad de amigos.
"No tenemos lo suficiente para comer, pero tenemos un techo sobre nuestras cabezas y estamos administrando lo que recibimos tan bien como podemos. Nosotros racionamos lo que podemos comer pero Zaytouna come cuando debe hacerlo" dijo Kadri.
A pesar de apreciar mucho toda la ayuda que le ha sido ofrecida, Al Kadri dijo que aguarda con ansiedad el momento en recuperar su independencia y autosuficiencia.
"Desde que llegué aquí tantas personas he oído decir: Estos refugiados vinieron a tomar nuestro dinero y de nuestro gobierno, pero ellos no saben ni quieren creer que nosotros vinimos aquí para salvar nuestra vidas y construirlas nuevamente con nuestras manos y conocimientos. Nosotros vinimos aquí para trabajar y vivir digna e independientemente"
La pareja dijo que ellos gastan mucho de su tiempo buscando universidades locales para que matricularse apenas reciban su documentación. Al Kadri que es un periodista con una licenciatura en ingeniería arquitectónica en Siria, dijo que espera continuar sus estudios en Alemania.
El y Nadie también están intentando aprender alemán, utilizando un libro que les ha dado el propietario del departamento "nosotros los refugiados somos mensajeros, precisamos decir a todos en su idioma lo que está sucediendo en Siria y lo que pueden hacer para ayudar a las personas que aún permanecen allá"
Luego de casi tres meses de haber arribado y sin noticias aún de su papeleo, la pareja al menos puede consolarse con el regreso de su pequeñita Zaytouna. "La primera cosa que ella hizo fue meterse en la cama con nosotros. Ella recuerda su nombre y sabe que está en casa ahora" dice Kadri.
El funcionario del gobierno alemán, que también trajo comida de gato, golosinas y juguetes para Zaytouna, dijo que todos se habían enamorado por la pequeña mientras ella estaba en cuarentena.
El dijo "Es tan fuerte, corriendo y saltando por todas partes, a ella le encanta el agua" mientras Al Kadri decía "Yo lo se, así es mi gata!"
Durante su tiempo en cuarentena, Zaytouna recibió su propio pasaporte como ciudadano europeo, antes que Kadri y su esposa. Kadri se ríe de esta situación "Mi gata es una ciudadana europea!"
A pesar que los últimos meses han sido extremadamente difíciles, Al Kadri dijo que ahora que el y su esposa tienen un lugar para vivir, amigos para ayudarlos y su gata para cuidar de ellos, ellos están muy felices.
"Cuando tu vienes aquí y ves que tienes los mismos derechos y eres respetado como un ser humano, cualquiera sea tu nacionalidad o el color de tu piel, o tu religión... entonces debes sentirte feliz" concluyó