Una casa en venta tendrá compradores que ven manchas delante de sus ojos, después de que el dueño la ha pintado así en homenaje a la perrita que salvó su vida y la de su hijo.

La peculiar casa, en South Coast Road, Inglaterra, tiene sus paredes exteriores cubiertas de manchas en honor de la amada dálmata de su propietario Ian Pierce.

La casa la compró hace unos 15 años y la pintó así en 2005 como una muestra de gratitud eterna con Eliska, y por esa razón pasó a llamarse la propiedad después Eliska House.

Ian, de 67 años, dice que ella salvó su vida y la de su hijo, en 2004. Ellos debieron de irse de vacaciones a Tailandia, pero tuvieron que cancelar su viaje porque no encontraron a nadie para cuidar de su amada mascota, que tenía 13 años en ese momento.

Poco tiempo después, un terrible tsunami en el Océano Índico golpeó la ciudad donde ellos habrían estado tomando el sol. Al final murieron 8.000 personas sólo en las costas de Tailandia.

Ahora Ian a puesto la casa a la venta. Él tenía el corazón roto cuando Eliska murió hace unos ocho años, a la edad de 16 años, después de estar enferma. Su hijo creció y se alejó.

Ian dijo: "Ella era mi primera perrita y era una maravillosa compañera que echo de menos todos los días."

"Siempre me pareció que tenía que darle las gracias de alguna manera por nuestras vidas, así que decidí pintar la casa en honor a ella."

"Me tomó alrededor de una semana, pintando varias horas al día, para terminar", continuó.

"No estoy seguro si todo el mundo estaba impresionado con la casa, pero la mayoría de la gente parecía gustarle. Me tomó mucho más tiempo volver a pintarla igual hace un par de años."

"Cuando murió Eliska perdí la cabeza por un tiempo, la echaba mucho de menos y no deseaba otro perro."

Pero su decisión con el paso del tiempo cambió y luego adoptó a otra perrita a la que ha llamado también Eliska.

Fue un amigo de Ian quien al ver la pena de Ian, le habló de una perrita de tres años que estaba en adopción y que se parecía mucho a su amada dálmata. Al ver la foto, no lo dudo y viajó para adoptarla, cuando llegó a casa en la noche, ella ya estaba durmiendo en su regazo.

"Se parecía tanto a mi Eliska. Conduje hasta allí y ella estaba en mi regazo esa misma noche. Poco tiempo despues, decidi llamarla también Eliska. Desde entonces hemos sido inseparables."

El amor, amistad y compañía que nos dan nuestros mejores amigos de cuatro patinas es único, ayudan a mejorar nuestra vida. Valoremos y respetemos su vida. No compres, adopta un amigo sin hogar con amor y responsabilidad!.

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