Después de pasar más de una década en la cárcel, un hombre logró su libertad y al salir llevó consigo en sus primeros pasos de libertad a una rana que rescató mientras estaba en la prisión.

Hace 12 años, Eric Miskovitch fue sentenciado a purgar condena en la prisión del estado de Pensilvania por robo a mano armada y el robo de un auto, pero hace una semana pudo recuperar su libertad bajo condicionamiento pero sobretodo arrepentido por sus errores del pasado.

Mientras estaba en prisión, un día encontró en el patio a una rana que había salido de su estado de hibernación en un agujero de desagüe. Eric decidió adoptarla y la llamó "Freedom" (libertad), él cree que la prisión es un lugar donde la vida parece que tiene poco valor, pero a pesar de ello le dio un lugar para esta rana.

Eric decidió pasar de contrabando a su nueva amiga de regreso a su celda para cuidarla ya que lo más probable es que la hubieran matado si otra persona la encontraba. A su vez, le hizo la promesa de liberarla una vez que cumpla su condena.

Durante meses, este hombre que cometió delitos graves en contra de la sociedad, encontró en esa rana en la cárcel a un amigo, alguien a quien se dedicó cuidar y a considerar como un compañero de vida demostrando que es su corazón todavía podía existir el amor por otro ser, algo que en la mayoría de reclusos, lamentablemente parece haberse extinguido.

El día llegó y a inicios de diciembre, Eric pudo salir del penal bajo libertad condicional y lo primero que hizo al ser libre fue cumplir su promesa con Freedom

A las pocas horas después de su liberación, tomó un autobús hasta la orilla del río para poder dar libertad a su compañero rana también.

"Le pagué una mujer US$ 20 dólares de mi bolsillo para que me pueda filmar en video dejándolo en libertad", dijo Eric. "Acababa de salir de prisión. Tuve que hacer que eso suceda. Yo no tengo dinero para regalar, pero lo hice porque era importante para mí." .

De acuerdo con Eric, la libertad de Freedom representa la lucha que dejó atrás en la cárcel.

Él dice que condenar a los seres humanos al encierro de por vida en una prisión no es su hábitat natural, así como su vida en su celda no era su propio hábitat natural. Y concluye:

"Tengo un aprecio por los derechos de los animales, incluidos los de los seres humanos."

Ningún humano es perfecto y todos estamos propensos a cometer errores. Aunque algunos errores son más graves que otros y existen seres incapaces de arrepentimiento y regeneración, para otros, si existe realmente un arrepentimiento y aprendizaje de los errores, se puede abrir el derecho al perdón, enmendando en el futuro cada mal paso dado en el pasado. Por esa razón, le deseamos lo mejor en su nueva vida en libertad a Eric Miskovitch y Freedom.

Tratemos de aceptar los cambios cuando son merecidos, respetemos a quienes de verdad muestran con sus acciones a través del tiempo una forma de vida distinta a su oscuro pasado y sobre todo, aprendamos a dar una oportunidad a quien comete un error porque quizás el día de mañana seamos nosotros mismos los que necesitemos de esa misma oportunidad.

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