Todo el cuerpo de Sunshine había quedado paralizado después de que sufriera una devastadora lesión mientras jugaba con otro perro. El veterinario recomendó sacrificarla, pero Mija no haría caso y decidió luchar por su vida.

Pero ahora, Sunshine es capaz de caminar de nuevo - gracias a su mamá humana devota, que ignoró el consejo veterinarios de dejarla en de lado y en cambio le dio sus sesiones de terapia física en su casa de Nueva Jersey.

Mija Cyphert utiliza una mezcla de técnicas para fortalecer los músculos de la perrita - incluyendo hidroterapia, un ejercicio de pelota, un arnés, estiramientos y masajes -, así como la terapia de acupuntura y láser.

Después de cinco meses de amor y trabajo, la pequeña comenzó a mostrar signos de progresión, ella también le compró un cochecito rosa especialmente adaptada, lo que le permitió seguir reconstituyendo la fuerza en sus piernas traseras.

Ahora, sólo un mes más tarde, Sunshine no sólo puede mover su cuerpo, ambas piernas y la cola, ella está emocionada saltando alrededor en los parques sin ningún tipo de apoyo, convirtiéndose en un ejemplo de lucha y perseverancia.

Sunshine fue adoptada por los dueños anteriores a Mija Cyphert, de 37 años, cuando tenía ocho semanas de edad, pero sólo una semana después, contrajo intususcepción que es una obstrucción intestinal que corta el flujo de sangre.

Tras un diagnóstico incorrecto inicial creyendo que era el virus de Parvo, la cachorra tenía 18 pulgadas de intestino retiradas durante dos cirugías para salvar su vida. Gracias a un mes de recuperación, ella estaba lo suficientemente bien como para volver a casa, pero dos semanas más tarde, fue gravemente herida jugando con otro de los perros de sus dueños.

Lamentablemente sus lesiones la dejaron casi completamente paralizada.

Mija, quien asumió el cuidado de Sunshine después de la tragedia en casa de sus anteriores dueños, dijo: "Ella no podía mover o menear la cola pero vi el entusiasmo y la esperanza en sus ojos cuando me vio de nuevo."

"Al ver que la cachorro quería vivir en este mundo, me rompió el corazón y le prometí la mejor vida posible y que haría todo lo posible para hacerla sentirse mejor."

"Creo que cuando hay voluntad, hay un camino. Sunshine tenia la voluntad, y yo tenía el camino".

Ella dijo que sus antiguos dueños le habían dicho que apenas había alguna posibilidad de que ella pudiera volver a caminar y que deberían dejarla ir (matarla), pero ella insistió en una segunda opinión.

"Cuando me enteré de Sunshine podría ser sometida a eutanasia me negué a creerlo, no había manera de que la deje morir sin probar todo primero," dijo la Mija Cyphert, que vive en Bloomsbury.

"Yo sabía lo difícil que había luchado para recuperarse de la intususcepción. Una parte de mí sabía que iba a estar bien, sólo necesitaba llevarla al veterinario indicado."

Tan pronto como lo había subido a Sunshine a su auto, Mija llamó al Dr. Vicente Zaccheo del Hospital Animal Warren en Phillipsburg, Nueva Jersey, que había realizado cirugías intestinales de la mascota.

El Dr. Zaccheo le dijo que su hija, la Dra. Nicole Zaccheo, tuvo éxito experimentado con otra perro con el uso de la acupuntura y la terapia con láser, así que Mija decidió probarlos.

Los tratamientos comenzaron dos días más tarde.

Mija los combinó con la terapia física para la perrita - que no podían sostenerse por sí misma después de su enfermedad que amenazó su vida - cuatro veces al día, incluyendo la flexión de ligamentos y estimulación de los músculos.

"Cada día haríamos fuertes movimientos en sus pies, hicimos esto para enviar mensajes a su cerebro que que ella se movía y corría," dijo ella.

En poco tiempo había perdido la mayor parte de su músculo y era sólo piel y huesos.

Ella necesita de muchos cuidados durante todo el día, desde la forma en que debía ser alimentada, así como ser aseada lo cual significaba mucho tiempo de esfuerzo solamente dedicados a ella.

En su momento, Sunshine lloraba cada vez que perdía de vista a Mija, lo que significó que ella consiguiera un cochecito de bebé para poder movilizarla inclusive cuando iba al supermercado.

Dos semanas y media más tarde, el amor y dedicación empezaron a obrar el milagro y la cachorra fue capaz de mover el cuello cada vez que alguien pasaba y su cola estaba empezando a moverse durante la acupuntura.

"Cuando ella comenzó a hacerse más fuerte estábamos motivados para empujarla aún más", dijo la Mija. "Ella había estado utilizando un balón de estabilidad y cuando se recuperó la movilidad del cuello empezamos con la terapia de agua."

"Después de dos semanas y media en su silla de ruedas hizo su primer paso por su cuenta utilizando la comida como motivación."

El tiempo pasó y la recompensa al esfuerzo de ambas hizo posible una maravillosa transformación. Ahora, Sunshine no necesita un juego de ruedas para mantenerse de pie y estar con sus amigos, ella está feliz persiguiendo botellas vacías por ahí como si nada hubiera pasado.

"Fue mucho trabajo, pero no se desperdicia la vida", dijo Mija.

"A veces las situaciones pueden parecer tan oscuras y se pierde la esperanza. Nunca se sabe lo que pasará mañana, pero quiero que otros perros en condiciones similares puedan obtener la oportunidad que Sunshine ha tenido siguiendo su ejemplo."

Lo imposible para la propia ciencia se hizo posible gracias al amor de Mija que fue un instrumento de bien para poder hacer realidad el milagro que necesitaba Sunshine y por eso hoy están juntas celebrando la vida y dando un maravilloso ejemplo al resto del mundo. Por esa razón, te pedimos que compartas su historia para que más personas siempre den prioridad a la vida.

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