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Dos amigos han rescatado a un pequeño atrapado en el foso de una mina, a 30 metros de profundidad, en la localidad de Corona, California, Estados Unidos.

Michael Schoepf y Nick Gladden estaban haciendo un paseo "off-road" la semana pasada, cerca de Lake Mathews, a unos 96 kilómetros al sureste de Los Angeles, cuando descubrieron una mina abandonada e inspeccionándola con una linterna, de repente vieron dos temerosos ojos que los miraban, brillar en la oscuridad del fondo de aquel foso.

Inspeccionando más pudieron ver que se trataba de un perro y no lo dudaron. Utilizaron sus equipos de Rappel, cuerdas y arneses para bajar cuidadosamente para rescatarlo. Schoepf fue el encargado del descenso. Apenas llegó al nivel en que el infortunado animal se encontraba (una Pitbull) la pequeña se abalanzó sobre el como en un abrazo intenso y desesperado.

Asegurándola a su lado, pudieron realizar el izado de ambos hacia la superficie. La pequeña parecía agarrarse a Schoepf como su última oportunidad en el mundo por salvar su vida... ¡y de hecho lo era!

En esta foto, tomada el Miercoles 14 de Octubre, Nick Gladden de 25 años (a la izquierda) y Michael Schoepf de 23, puede verse el momento en que ambos, apenas luego del rescate acompañaron a Corona (como fue bautizada), una hembra de Pittbull de apenas 1 año de edad al hospital veterinario "Colas Felices" en Garden Grove, California.

La Dra. Keri Berka del hospital animal Colas Felices, dice que atendió a la pequeña por los rasguños que presentaba y por un glaucoma traumático en su ojo izquierdo, que pudo ser provocado cuando la arrojaron a ese foso para morir. A pesar de todo indicar que el abandono fue intencional, se está haciendo lo posible por localizar a sus propietarios (porque un acto así no puede quedar impune) y hay que encontrar el responsable, no para devolverle a Corona, sino para que pague por sus acciones.

En esta fotografía, tomada el mismo día en que visitó los servicios médicos para su atención, se ve el glaucoma traumático que Corona tiene en su ojo izquierdo, fruto del golpe recibido probablemente al caer a ese foso.

Esta historia nos recuerda y mucho la historia del Excursionista que arriesgó su vida para salvar la de un perro abandonado en un abismo en el desierto, que hemos noticiado aquí en el mes de Agosto pasado, donde miles se emocionaron con la capacidad de entrega de Zachary Anderegg, que descendió 100 metros un Canyon en Arizona para rescatar un indefenso animal arrojado para morir allí.

También recordamos el caso del pequeño de apenas 4 años, que se arrojó a un pozo abandonado cuando vio que su amado perro estaba dentro e intentó rescatarlo.

Siempre lamentamos tener que dar éste tipo de noticias, porque a pesar de la alegría que nos provocan los finales felices como éste, nunca dejamos de pensar en que cada rescate implica que los animales han sufrido un abandono y maltrato previos que los han puesto allí.

No podemos dejar de pensar en los muchos que, como el caso de Riley de Arizona rescatado por un excursionista y como de Corona en California, rescatada por Nick y Michael, pueden sufrir éste tipo de abandono imposible de escapar salvo por un milagro y padecen muertes horribles, solos y sin ninguna o casi ninguna posibilidad de sobrevivir.

A nosotros corresponde estar alertas y ante señales de maltrato o abandono de animales, no seguir de largo e inmediatamente actuar. Nuestra voz, es su única oportunidad... ¿no se la negarás cierto?

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