A continuación, descubra hasta que punto el hombre y sus programas de tv son capaces de afectar el medio ambiente y quienes viven en el, cuando supuestamente intenta filmarlo para "protegerlos".

En un nuevo libro de su autoría, el profesor de la escuela de comunicación de la American University, Chris Palmer, acusa a las redes de televisión por no colocar temas como la preservación, educación y bienestar animal en la delantera de sus intereses sobre los lucros provenientes de los niveles de audiencia.

El comenta que "por mucho tiempo hemos visto repetidos ejemplos de programas de televisión terriblemente malos, que presentan horribles abusos sobre los animales no humanos y esto tiene que parar". Y agrega "este libro ayudará al público a entender lo que sucede detrás de la cámara y entrar en shock de saber las miserias de las que algunas personas son capaces por obtener buenas imágenes y premios".

En su libro, Palmer dice que el estado de la industria de filmaciones de la vida salvaje empeora a cada año y argumenta que es tiempo que la industria se mueva en una dirección mas ética.

Canales como Animal Planet, Discovery, National Geographic y History Channel deben hacer mejor su trabajo "Es hora de que los espectadores y cineastas hagan este trabajo juntos" dijo Palmer

El explica que el cine y la televisión son importantes herramientas que la sociedad tiene para proteger a los animales y animar a las personas a la preservación. En su primer libro llamado "Shooting in the Wild" (Filmando en la Naturaleza) publicado en 2010, mostró lo que hay por detrás de las escenas "lindas" de las películas y documentales de vida salvaje y expone una industria totalmente infectada por el sensacionalismo, la falsedad y los para nada raros abusos a los animales filmados.

De esta forma, las productoras y canales de televisión estarían haciendo más mal que bien trabajando con el objetivo de capturar imágenes dramáticas y así alcanzar altos niveles de audiencia en detrimento de los animales y de sus comportamientos verdaderamente naturales.

"Confessions of a Wildlife Filmmaker" cuenta la historia de la vida de Palmer y también muestra el mundo superficial y sin escrúpulos de la televisión, las flaquezas de los grupos ambientalistas y la crueldad de Sea World, los errores que él cometió en su carrera y cuanto todas estas experiencias moldearon su visión sobre el trabajo de cineasta especializado en vida salvaje.

El libro cuenta también como las redes como Discovery, Animal Planet y National Geographic están hablando de su responsabilidad de producir programas que no sean apenas entretenimiento, pero que también sean compatibles con las visiones de sus respectivos fundadores.

Palmer afirma que las redes están llenas de personas honradas y éticas, que realmente se preocupan con el medio ambiente y por los animales salvajes, pero el lado comercial de la televisión los condiciona y coacciona a que tengan comportamientos que a veces, perjudican a los animales salvajes, que esparcen desinformación y vulgarizan el aprecio de la sociedad por la naturaleza.

De todas las cuestiones éticas involucradas en el trabajo de elaboración de los films de vida salvaje, el asedio a los animales es uno de los más preocupantes, así como uno de los más difíciles de combatir.

Palmer relata que la mayor parte de la crueldad sucede en el campo, sin testigos para detenerla o para mostrar a la audiencia los responsables. El asedio a los animales y la crueldad se volvieron materia general en el cine de vida salvaje hace décadas.

Esto varía desde que los profesionales llegaron demasiado cerca de los animales para perturbarlos y hasta deliberadamente perjudicarlos e inclusive matarlos. El uso de cebos vivos fue una práctica de larga data y común cuando se hacían rodajes de predadores.

Palmer dice conocer un cineasta que bajo presión de las cadenas de televisión para seguir haciendo "ríos de dinero" lo obligaron a utilizar tecnología GPS para rastrear y filmar sus temas más fácilmente. El aturdía animales como hienas con un arma tranquilizante y enseguida cortaba sus pieles con un puñal para introducirles un GPS, dejando así los animales lesionados más fácilmente rastreables.

Desde que Desde que Steve Irwin, Steve-O, Dave Salmoni, y Bear Grylls tuvieron éxito en la televisión, una infinidad de presentadores han inundado el mercado. Más y más redes están transmitiendo programas que muestran personas subyugando, maltratando y matando animales inocentes como cocodrilos, jabalíes, cobras, etc.

Ejemplos de los programas en donde más se ven prácticas totalmente reñidas con la ética son “Swamp People“, “Call of the Wildman“, “Rattlesnake Republic“, “Wild West Alaska“, “Duck Dynasty“, “Animal Fight Night”, “Shark Wranglers” "Ultimate Survival" y “Shark Hunters“ entre los más no-éticos.

“Swamp People” (History Channel, 2010), exhibe cazadores de cocodrilos en Louisiana.

Los cazadores montan trampas y hacen cebos en ganchos macizos con pedazos de pollos o peces. Entonces los cocodrilos tragan la carnada y los ganchos muchas veces se alojan en sus estómagos. Frecuentemente los cazadores no vuelven para verificar sus lineas de cebos hasta el día siguiente y obviamente los cocodrilos sufren terriblemente durante este período de espera.

Cuando los cazadores finalmente vuelven, uno de ellos jala al animal condenado hacia el barco. Una vez que el animal es capturado, otro cazador mata al cocodrilo a tiros.

Esta sería una actitud inaceptable por parte de un canal de TV ¿Qué mensaje estaría enviando a los niños que están mirándolo? Ellos registran los animales en su medio ambiente como recursos a ser recolectados y cazados y tal crueldad parece contradecir los valores profesados por las redes que llevan esos "shows" al aire.

Entonces... ¿cómo los cineastas podrían alcanzar sus objetivos sin estresar y asediar los animales o invadir sus hábitats?

Palmer dice que las soluciones incluyen el uso de cámaras mejores como lentes más potentes, la contratación de científicos locales, tener más paciencia, reducir las expectativas por sangre y tomas "primer plano" extremos e incorporar la fotografía en historias biológicamente más precisas.

Palmer lanzó su libro esta semana el cual se titula “Confessions of a Wildlife Filmmaker: The Challenges of Staying Honest in an Industry Where Ratings Are King” (Confesiones de un cineasta de vida salvaje: los desafíos de mantenerse honesto en una industria donde el Rating es el Rey), el cual recomendamos ampliamente su lectura y que puedes comprar en el siguiente enlace

Los cineastas también deben utilizar mensajes al inicio de los programas para decir a la audiencia que ciertos estándares fueron atendidos durante las filmaciones, por ejemplo "ningún animal fue herido durante la producción" cuando verdaderamente no se puede creer en una apelación del tipo porque se los ve hiriéndose constantemente.

Nuevas tecnologías como cámaras escondidas, vehículos remotos y drones pueden muchas veces permitir la captura de imágenes increíbles al mismo tiempo que respetan el espacio de los animales.

Palmer escribe en su libro que "Cuanto más los humanos aprendemos sobre conciencia animal y sentimientos animales, más deberíamos re-evaluar nuestra relación con estos seres magníficos y fascinantes. Además de esto, debemos comprender que promover la brutalidad como entretenimiento, significa reforzar un lado malo de la naturaleza humana, que por su parte las personas están intentando sobrepasar."

Si las emisoras están haciendo estos programas para buscar audiencia, entonces cabe a nosotros, el público, manifestarnos en contra del asedio malicioso, matanza y acoso de animales inocentes, sólo por un punto más de rating.

Si usted llegó hasta acá y mediante esta información ha tomado conciencia de lo que esconden las cadenas de televisión de animales que ven sus hijos, le pedimos en nombre de los animales no humanos, difunda este artículo a todas las personas posibles. De nosotros depende el cambio!

Si desea conocer más sobre las manifestaciones en contra del maltrato hacia los animales, así como movilizaciones por sus derechos puede dar clic aquí