Como si fuera una plegaria, un perro fiel asiste todos los días al cementerio donde esta la tumba de su amado amo quedándose por horas esperando su regreso.
El amor de un perro es un sentimiento incomparable que muchos animales humanos no son capaces de comprender y menos de poder sentir; sin embargo, su amor es tan fuerte que puede trascender a la vida misma y así lo demuestra este fiel amigo canino cada día.
Hace un tiempo el mejor amigo humano de este pequeño perrito falleció y desde entonces el amigo incondicional de cuatro patas asiste cada día al cementerio de Marco Juárez, una ciudad en la provincia argentina de Córdoba y ahí se queda durante horas mirando el nicho de su amado dueño.
Tan fuerte es el amor de este can y su deseo de volver a estar al lado del ser que más ama que en muchas ocasiones, según dijeron algunos testigos se pone a llorar, seguramente de pena por no poder lograr su ansiado reencuentro.
Varias personas que acuden al cementerio para visitar a sus seres queridos fallecidos conmovidas por esta demostración de amor incondicional, llevan agua y comida para que el pequeño perrito pueda alimentarse.
La historia de este fiel amigo canino en la provincia argentina de Córdoba nos recuerda la historia de Capitán, en Villa Carlos Paz, quien también va a visitar la tumba e su dueño muerto y Alicio, en Monte Cristo quien sigue esperando a su querido amigo humano quien falleció luego de llegar con él a un dispensario local de urgencia.
En la ciudad de Rosario, hubo un caso similar con Collie el fiel perro que murió el año pasado luego de vivir al lado de la tumba de su amo durante 9 años.
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