Cuando estaba a punto de morir "Emma", la mamá porcina sobrevive gracias al amor por sus bebés


Emma, una mamá porcina estaba muy enferma, fue cuidada y trataron de salvarla, pero cuando parecía que llegaba su final, fue el amor a sus crías lo que la motivo a luchar por vivir.  

Emma, llegó a una granja durante su estado de preñez y se enfermo mucho a tal punto que se creyó que en el mejor de los casos ella sólo podría parir seis cerditos, pero esa predicción no resultó ser del todo correcta. La noche que Emma se puso de parto, dio a luz a no seis, ni siete, ni ocho, sino 17 cerditos de los cuales sólo 13 sobrevivieron. 


La mamá porcina ​​estaba agotada por su enfermedad y el intenso trabajo de parto que contribuyó  a desmoronar su frágil condición. Sus ubres se endurecieron, tuvo mucha fiebre y dejo de producir leche. Sin otra alternativa, se le tuvo que quitar a los cerditos para darle la oportunidad de recuperarse.


Los 13 bebés fueron asistidos con biberones de tres a cuatro veces al día para que puedan sobrevivir cosa que no fue una opción fácil.
A pesar de ser tratada por un veterinario, sólo consiguieron que baje la fiebre, pero ella todavía no comía. Sin alimento, Emma estaría cerca de la muerte porque parecía que no estaba dispuesta a luchar por vivir. 


Habiendo agotado todas las opciones y casi sin esperanzas, Jhon Chester, el granjero que la estaba cuidando, trajo de vuelta a sus hijos. Fue entonces cuando ocurrió el milagro.


"Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, nunca lo habría creído", dijo.

Momentos después de reunirse con sus lechones, la condición de Emma parecía mejorar. Lentamente, la cerda se levantó y se acercó a un comedero para ingerir alimento.


"Cualquiera que sea la razón, Emma estaba viva", dice Chester.

Ella ciertamente no perdió el tiempo al cuidado de sus bebés. Durante dos meses, Emma nutre y alimenta a sus pequeños, hasta que sean grandes y lo suficientemente fuertes para andar libremente por sus propios pastos. 


Emma ahora tiene un amigo. En este caso, es "un pequeño gallo destartalado", como lo llama Chester.

Con su nuevo amigo de diferente especie, el espíritu renovado y su salud ya está recuperada, ahora pesa 90 kg (unas 200 libras), Emma ahora se ha vuelto una cerda sana y feliz.


"Me gusta pensar que Emma fue salvada por nosotros, pero es tan obvio que ella fue salvada por su vocación de madre", dice Chester. "En su caso, como mamá.. Algunos podrían decir que fue ponerla en peligro al tener contacto con sus hijos, pero en la vida, en ocasiones, el amor a los hijos puede ser la única cosa que nos mantiene vivos."



Esta historia, lejos de la mala costumbre del consumismo indiscriminado que mata y destruye el planeta con una responsabilidad que muchos quieren evitar reconocer... Nos demuestra que absolutamente todos los animales son seres sintientes y cómo Emma también son capaces de desarrollar emociones agudas como cualquier madre por sus hijos. 


Por esa razón, te pedimos que te tomes un momento para reflexionar sobre lo que comes y los millones de animales sintientes como Emma que son despojadas de sus crías y sometidos a diferentes torturas antes de que los maten para el consumo humano. Siempre hay otras opciones, pero que sea respetando la vida.


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