Los perros de terapia son una parte maravillosa del proceso de curación para muchos pacientes, pero Elsa, una pit bull paralítica, es algo más que la comodidad de tener un amigo peludo para los pacientes que los visita. Ella es es una lección de vida y perseverancia.

Elsa quedo paralítica después de un accidente cerebrovascular, según informó Global News. Ahora ella y su dueña, Kelly Dann de Vancouver, visitan el centro de rehabilitación GF Strong una vez a la semana, donde los pacientes pueden pasar tiempo con la adorable perrita que ha pasado por el proceso agotador de la terapia de rehabilitación.

En 2010, Elsa fue rescatada por The British Columbia Society For The Prevention of Cruelty to Animals SPCA, junto con otros 26 perros, de una situación abusiva y cruel, de acuerdo con The Furever Network.

La llevaron desnutrida y enferma a la sociedad de Defensa y Rescate de HugABull en Vancouver. Con el tiempo, cuando ya tenía 5 meses de edad, la cachorra fue adoptada por Dann y su marido Nik.

Cuando Elsa tenía poco más de un año de edad, sufrió una obstrucción de la médula espinal que terminó en una parálisis. Pero, después de 16 meses de trabajo duro y de rehabilitación, la luchadora Elsa, pudo volver a aprender a caminar (aunque todavía necesita la ayuda de su "carrito para perro" a veces).

Ahora, Elsa es una perra terapéutica de visitas certificada, llevando un mensaje de esperanza a las personas que se recuperan de lesiones graves, junto con algunos besos y una gran dulce sonrisa de pit bull.

"Al principio yo sólo quería mantener a Elsa activa y estimulada después de su derrame cerebral, así que esto fue una manera para que hagamos algo bueno juntas", dijo Dann. "Mi esperanza era inspirar tal vez a algunas personas que han pasado por una situación similar a que sigan el ejemplo de Elsa, nunca darse por vencido y seguir luchando por algo mejor." finalizó.

El amor de los perros es invaluable y nunca renuncian a ayudar a su mejor amigo humano. Son ellos los que siempre por amor pueden cambiar la vida de las personas. Comparte la historia de Elsa y ayudemos a que más personas comprendan que no existen razas de perros peligrosas.