Agua por todas partes, pero ninguna posible de ser bebida... te imaginas la desesperación que se siente? No dejes de conocer la historia de éste pequeño bebé y su familia aquí.

Esta fue la situación calamitosa enfrentada por una colonia de antiguos chimpancés utilizados para investigación científica, cuando el centro de Sangre de Nueva York (NYBC) decidió dejarlos en un archipiélago cercano a Liberia, sin comida ni agua para que murieran lejos de donde nadie pudiera verlos...

Finn, quien puede ser visto en la foto anterior yendo en la espalda de su madre Anita, forma parte de la más nueva generación de chimpancés de ésta colonia. En 2005, el NYBC dejó los chimpancés aquí cuando ellos no tenían más utilidad en los crueles experimentos científicos que realizaban.

Por los próximos varios años desde ese entonces, el NYBC pagó por la supervivencia de éstos animales, enviando cargamentos regulares de comida y creando sistemas para proveer agua fresca a la isla, la cual solamente posee agua potable apenas 6 meses de cada año. Pero durante la primavera de 2015, el centro interrumpió sin explicaciones o disculpas, la provisión de manutención para éstos chimpancés de los que se habían aprovechado tantos años y los dejó librados a su propia suerte.

Muchos críticos, incluyendo al Dr. Jane Goodall, vieron ésta decisión como un acto de crueldad contra la colonia, que dependió enteramente de cuidados humanos por décadas y en el caso de muchos chimpancés como Finn, por toda su vida.

Los cargamentos con comida pararon abruptamente, los sistemas de agua fueron dejados en condiciones precarias y los animales abandonados a su suerte, que sería dadas las condiciones del lugar, morir de inanición y deshidratación.

Diferente de lo que parecieron ser las intenciones del NYBC, los chimpancés no han muerto, sino que aún viven como testimonio del abuso y la ingratitud

"El éxito de su supervivencia con tan poca comida y sistemas de agua inutilizados y además, nadie visitándolos regularmente en las islas luego de que el NYBC cancelara la ayuda es realmente impresionante" dice Jenny Desmond de la Humane Society de los Estados Unidos, también líder del Harmony Fund.

Conjuntamente con su marido Jim, y su confiable perra Princes, Desmond ha ayudado a la Humane Society a liderar una coalición de organizaciones por el bien estar animal que está proveyendo cuidados de emergencia a los chimpancés.

Cuando los rescatistas llegaron por primera vez, sabían que deberían arreglar los sistemas de provisión de agua, pero primero deberían darles agua a los chimpancés de la forma más rápida posible. La desesperación por un sorbo de agua fresca quedó registrada por ellos en fotografías, como puede verse aquí a Finn en la foto, bebiendo sin poder creerlo, en sabe cuantos días, un poco de agua fresca...

El primer sorbo de agua fresca en meses...

Desde entonces, ésta coalición de ONGs ya instaló con éxito sistemas funcionales de aprovisionamiento de agua y proveen comida diariamente para los chimpancés abandonados. Ahora ellos necesitan preocuparse más que con su supervivencia básica, con que ellos puedan volver a realizar actividades más compensadoras, como pasar tiempo en grupo, sus familias y jugar; actividades bastante dejadas de lado por al desesperación de pasar el día buscando comida y agua.

Para Desmond, ésto significa lograr ver la personalidad de Finn al crecer y verlo transformarse en un adorable chimpancé joven.

"El nunca falla en hacernos reír (...) Especialmente con su amor por dar chapuzones en el agua del río cuando le entregamos la comida" dice Desmond.

"El es muy bueno eligiendo su comida favorita. Aún a esta edad el no se separa mucho tiempo de su madre y si el logra tomar algo muy pero muy bueno de la caja de provisiones, yo lo he visto corriendo a comer escondido en un lugar secreto para certificarse que aquello tan delicioso sea solo para él" dice

A pesar de que Finn ya está poniéndose grande, el aún insiste en andar en la espalda de su madre la mayor parte del tiempo.

Gracias a la acción rápida de la coalición, así como a generosos miembros de todo el mundo que han donado a partir de 5 dólares, estos chimpancés ya no necesitarán buscar recursos inexistentes en las islas donde fueron arrojados a morir, sino que ahora cuentan con un grupo humano que gracias a la solidaridad de muchos, puede ofrecerles comida y agua en suficiencia.

Y vale recordar que éste tipo de proyectos son los de largo aliento, porque un chimpancé como Finn pueden vivir hasta 50 años y el costo mensual para mantener a toda la colonia es de unos USD 30,000 dólares, por ello es importante que muchos colaboren aunque sea con lo mínimo porque 1 dólar por mes de seguro no te hará falta, pero si tu y otras 30 mil personas en todo el mundo deciden donarlo, un mes más éstos inocentes animales explotados podrán comer y beber como merecen.

Ayuda a las organizaciones que están allí, luchando por la vida que otros usaron abusaron y descartaron sin el más mínimo reparo, dando tu donación AQUI

Éstos inocentes han sido explotados por experimentación animal, probablemente gracias a ellos el New York Blood Center ha logrado bastante ganancia abusando de ellos, y luego simplemente los descartan en una falta de moral y ética sin precedentes... LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL DEBE ACABAR.

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